Miguel Martel

A vueltas y revueltas con su manuscrito

Sobre las nuevas hipótesis acerca del Mss-3452

José Ignacio Esteban Jauregui

soria-goig.com
Septiembre - 2022

Miguel Martel

A vueltas y revueltas con su manuscrito

Sobre las nuevas hipótesis acerca del Mss-3452

En Junio de 2022 se presentó el libro de Gilberto Soriano Calvo "Aproximación a la historia de la localidad de Soria. Estudio y actualización de la obra «De la fundación de Soria. Del origen de los doce linajes y de las antigüedades de esta ciudad. Por el mismo Miguel Martel natural de Logroño autor de la Numantina. Dirigido a los doce linajes de Soria»", que como él mismo indica es un estudio y actualización del contenido del manuscrito Mss-3452 de la Biblioteca Nacional de España (BNE) .

En esta última aportación a la Colección Temas Sorianos (Nº72) editada por la Diputación Provincial de Soria, el prólogo de la obra termina diciendo:

Es posible que algunas de sus interpretaciones se pongan en duda por parte de otros estudiosos de la historia medieval soriana, pero eso no restará un ápice al extraordinario valor de la obra de Soriano, que ha sido capaz de revitalizar el estudio de cuestiones que, equivocadamente, algunos consideraban ya cerradas, y ponerlas nuevamente en el debate historiográfico, que es el método que de forma más segura garantiza el avance de la investigación y del conocimiento. (Enrique Cantera Montenegro)

Después de haber publicado el artículo "Martel Vs Mosquera"; y haber expuesto cómo a Miguel Martel se le otorgó licencia para imprimir una "Historia Numantina" en 1591, obra que en mi opinión sería esa referida "La Numantina" a la que alude el dicho Mss-3452, licencia cuya documentación el citado Soriano Calvo me hizo el favor de tratar de localizar en el Archivo Histórico Nacional, yo (el autor de estos artículos), obviamente, daba por cerrado el caso de la obra de Martel.

No sé si en lo que respecta a la historia medieval Soriano Calvo plantea nuevas hipótesis o no, puesto que no es ámbito en el que me mueva; pero las que plantea sobre la confección de la obra de Martel a mí me resultan bastante pintorescas.
La controversia evidentemente es buena, y soy partidario de ella puesto que de la misma se aprende; pero abrir un nuevo debate con simples opiniones y/o especulaciones no parece demasiado serio, puesto que como exponía el chantre don Miguel Gerónimo Martel a mitad del siglo XVII:

La verdad se ha de buscar hasta toparla, y para toparla, valerse del medio de las disputas, pero en hallándola, se ha de cesar de disputar; porque el insistir en ese afán con demasía, es causa de ofuscarse lo ya claro, reduciéndolo otra vez a cuestión, y duda.

Y si bien esa opinión se refería a temas legales, debería tenerse en cuenta antes de plantear hipótesis con poco o ningún fundamento documental.

El esfuerzo realizado por Gilberto Soriano es innegable, puesto que escribir un texto con más de 4.000 notas en menos de 400 páginas tiene su mérito. Ahora bien, el hecho de haber utilizado una reproducción fotográfica en lugar de la copia del manuscrito Mss-3452 accesible en la Biblioteca Digital Hispánica de la Biblioteca Nacional de España ha supuesto que sus resultados no sean los más adecuados; ya que si bien Soriano Calvo ha intentado mantener la puntuación y, ocasionalmente, la grafía del original, éstas, al menos en el facsímil editado por dicha Biblioteca Nacional, no se representan adecuadamente, tal y como se puede observar en las palabras resaltadas en la imagen adjunta, donde la diferencia entre el 1380 del facsímil y el 1389 de la reproducción digital provocó el error que publicamos en 2014 y corregimos en 2018. Así pues, es fácil de comprender que existan diferencias entre lo que consta en la 'Actualización' de Soriano ahora publicada y el texto que realmente debería constar en la misma.

El planteamiento del tema y la alabanza gratuita que se hace de las nuevas hipótesis, hacen que éstas parezcan lo bastante sólidas como para ser tenidas en cuenta, cuando en realidad tan sólo son producto de una lectura bastante despistada tanto del manuscrito Mss-3452 como de algunas de las fuentes utilizadas para pretender sostenerlas; y si bien esas citadas nuevas hipótesis resultarán creíbles para gran parte de los lectores, se desmoronan con la más mínima revisión documental (un poco seria) que se haga.
A esta nueva edición hay que añadirle la desacertada impresión del texto, en la que el editor no ha respetado los formatos indicados por Gilberto Soriano, por lo que, (aunque sin duda no le pasará a nadie más), a mí su lectura me ha resultado extremadamente costosa, a lo que se suma el haber tenido que recurrir a la lupa para leer sus abundantísimas notas.

Aunque el autor dice en su libro que no quiere entrar en la discusión o controversia sobre Martel y Mosquera, entra de lleno en ella al teorizar sobre cuándo pudo acabar de documentarse el autor natural de Logroño, y al incluir alguna nota relativa a ellos (p.e. notas 310 y 2938); así que como en HistSoria Archivada ya hemos tratado el tema, volveremos a insistir en lo ya publicado, ampliando ahora la información con otra que, ya revisada entonces, no resultaba relevante para el objetivo de aquellos artículos.

En el presente trabajo no se analiza en sí el estudio que hace Soriano; comentaremos esas interpretaciones que tanto revitalizan el estudio de cuestiones que tanto parecen gustar en algunos ámbitos académicos; siempre bajo el punto de vista de mi manifiesta ignorancia, porque sin ella nunca podría tener el atrevimiento de seguir contradiciendo aquello que dicen doctos doctores, pues de todos es conocido que 'la ignorancia es atrevida'.

Incluimos algunos párrafos de la 'Actualización', así como algunos textos adicionales, que permiten contextualizar el porqué de nuestra argumentación, aunque en ocasiones pudieran parecer un poco extensos. Su repetición en algunos puntos, es tan sólo por recordarlos tal cual se habían citado.

Por razones de comodidad empleo el término 'Actualización' para referirme al libro del citado Gilberto Soriano Calvo, y las referencias al manuscrito Mss-3452 aluden al texto original que se viene considerando como de Miguel Martel, autor al que denominaré también como riojano, de Logroño, o alguna otra expresión similar, tan sólo para variar las inevitables menciones a él; del mismo modo que el granadino o andaluz será Francisco Mosquera.
Hay algunas frases o palabras que enfatizo y/o subrayo aunque no lo están ni en el texto impreso ni en los documentos o fuentes que utilizo, pero no indico en cada ocasión que dichos énfasis o subrayados son míos; su finalidad tan sólo es destacar algunos detalles que considero dignos de especial atención.
En alguna transcripción he insertado el significado de algún término que pudiera ser desconocido, según mi criterio personal de si era mejor incluirlo o indicarlo fuera de la cita; las incorporaciones en un texto original van entre corchetes [ ] y con letra de menor tamaño.

Las indicaciones relativas a la foliación se hacen sólo con su numeral (f.15) para el 'folio recto', y se añade una 'v' para el 'folio vuelto/verso' (f.15v).

Pudiera darse el caso de que al reproducir alguno de los párrafos de la 'Actualización' haya cometido algún error de copia, pero así como suelo revisar los textos documentales para tratar de evitarlos, no vale la pena volver a releer los textos ahora publicados; así pues, pido disculpas al autor por si alguien pudiera interpretar que algún despiste mío fuera cometido por el actualizador de la obra de Martel.

Interpretaciones, hipótesis o especulaciones

En la página 18 de su 'Actualización', Soriano Calvo en el 'A modo de proemio' nos aporta la opinión de que Martel debió escribir sobre la historia de Soria poco después de mediados del XV despiste que se corrige en la página 28, cuando dice que las noticias que aporta el autor riojano abarcan hasta el momento en que este autor termina su relación que /.../ entiendo es algo después de mediados del siglo XVI, es decir, casi cincuenta años antes de que Mosquera viera publicada su Numantina.

(En HistSoria Archivada en Septiembre de 2014, datábamos el Mss-3452 entre 1591 y 1593)

Tras esa opinión expresa sus términos a quo y ad quem para el manuscrito del de Logroño; que, según parece, habría que interpretar como 'no puede ser anterior a' (a quo) y 'no puede ser posterior a' (ad quem):

... el término a quo excedía con mucho la Edad Media...
El término ad quem será el de la terminación de la investigación realizada por Martel, que creo que fue antes de junio de 1581, fecha en que Santa Teresa fundó un convento en Soria y dio lugar a un momento de importancia que ni Martel ni Mosquera recogen en sus obras, sin perjuicio de que, con posterioridad a la terminación de su investigación, se siguiera completando la obra con la historiografía más actualizada.

En la página 35 (nota 61) Soriano, sobre la datación de 1590 que hacía Higes Cuevas del manuscrito, expone:

Yo no me atrevería a hacer una afirmación tan tajante, aunque /.../ entiendo que la obra de Martel se terminó a mediados del siglo XVI y luego el autor se limitó a añadir la nueva historiografía publicada, dado que no llegó a editar su obra.

Vuelve a insistir en la página 43:

La mención de obras publicadas hasta 1590 y el cálculo de Higes llevan a datar la obra como concluida por Martel en ese año, sin embargo, y si se trata del mismo Miguel Martel que asistió al milagro de Vico, cabe la opción de que Martel terminara su investigación sobre Soria algo después de mediados del siglo XVI, ya que menciona una circunstancia referente al año 1567*, cuando podría tener menos de 90 años, calculando que, si es el mismo al que se califica de "doctor" hacia 1605, como interviniente en las gestiones sobre el "milagro de Vico", habría nacido al menos veinticinco años antes (es mera suposición), hacia 1480 [sic]. Las obras publicadas con posterioridad a esa fecha podrían haber sido incluidas por cualquiera otro interesado en completar la obra, lo que también explicaría porqué el manuscrito tiene una letra que parece no corresponder a la fecha en que se ha datado /.../ Quizá incluso, puestos a especular, la redacción actual del manuscrito fuera del propio Marqués de Mondéjar /.../ quien habría copiado el de Martel añadiéndole esas notas, siendo ese manuscrito el que se conserva en la BNE. En fin, es pura hipótesis.

(*) Se refiere a la venta que el rey Felipe II hizo a Francisco de Garnica del oficio de Alférez Mayor de Soria y su provincia en 1567.

Nuevamente, en la página 44, hace hincapié en la supuesta importancia de que no se cite la visita de Santa Teresa a Soria.

En la nota 134 de la página 60, Soriano, tras iniciar diciendo que No pudo ser Gerónimo de Fuenmayor el licenciado Fuenmayor que cita Martel (f.66v), hace constar que lanza la hipótesis únicamente por si alguien la quiere explorar; siendo ese Gerónimo un caballero fallecido hacia mitad del XVII, cuando el referido licenciado falleció poco después de estar Martel con él, en la última década del XVI.

En la página 149, otra vez pone en cuestión la datación de 1590 de Higes porque en el manuscrito no se hace mención a la visita de Santa Teresa en 1581, y por tanto sería antes cuando Martel terminara de tomar datos, pero tardó años en componer su obra, lo que explicaría la inclusión de obras publicadas después de 1581; continuando después con una cita de Mosquera sobre la capilla de San Bartolomé en Santa María la Mayor donde está la Yglesia Cathedral, a raíz de la cual se hace un auténtico lío, en el que después de decir que la iglesia de San Pedro se acabó de reedificar en 1577, según consta en una inscripción en la capilla del Azogue, concluye diciendo: Por tanto; parece que la investigación de Martel, de la que trae causa su manuscrito hubo de realizarse antes de esa fecha, lo que coincidiría con la hipótesis que he formulado.

Por otro lado, Soriano cuando no ha encontrado una edición impresa de alguna obra que se cita en el manuscrito, salvo ediciones muy posteriores a la segunda mitad del XVI, sugiere que eso podría ser indicio de una interpolación de datos en el texto original; lo cual no deja de tener su chispa.

Resumiendo:
Para Soriano Calvo, Martel acabó de informarse a mediados del siglo XVI, siempre antes de 1581, y todo lo que consta en el manuscrito que es posterior a esa fecha lo pudo incluir el propio Martel u otra persona.
Pero... si lo incluyó él después de 1581, no terminó de tomar datos entonces, puesto que siguió tomándolos ¿no?
Y si se añadieron noticias, obras y/o informaciones posteriores a 1581, tanto si lo amplió Martel como si lo hizo otra persona ¿por qué no añadió (o añadieron) la visita de la santa?
Soriano incluso dice que el manuscrito que se conserva pudiera estar escrito por el marqués de Mondéjar (Gaspar Ibáñez de Segovia (1628-1708))

Ahora bien, Gilberto Soriano nos deja claro que tan sólo está especulando y que todo su planteamiento es pura hipótesis; quedaría saber si al usar esos conceptos se refiere a los que la RAE define como:
Especular: Hacer conjeturas sobre algo sin conocimiento suficiente.
Hipótesis: Suposición de algo posible o imposible para sacar de ello una consecuencia.
Porque pone de manifiesto que él carece de conocimientos suficientes como para que sus suposiciones sean posibles; y por lo tanto las hipótesis ni siquiera se deberían haber formulado, y menos aún ser tomadas en consideración y publicarlas.

Vayamos por partes.

La visita de Santa Teresa a Soria
( O la cuestión eclesiástica en un texto caballeresco )

El manuscrito Mss-3452 del que tratamos, inicia su redacción titulándose Commento al canto 3º de la Numantina.
Por su parte el 'Canto 3º' de "La Numantina" o "Historia Numantina" (Mss-1103 de la BNE), (que Clemente Sáenz García incorporó en su transcripción "Canto tercero..." de 1967 para centrar al lector en el tema que se desarrolla, pero que Soriano no incluye), es el titulado: Canto 3º. Prosigue la Antigüedad en contar cosas de Soria, dice de los Doce linajes y de sus armas y blasones.
En él esa figura imaginaria denominada 'la Antigüedad' relata el origen de Soria y su población por Fortún López, para pasar a convertirse en una loa a/de los Doce Linajes sorianos; pero no se hace alusión a iglesias, más allá de las relacionadas con esos Linajes, ni a conventos, ya que las escasas menciones que se hacen a ellos se refieren a los de las órdenes militares.
El citado Sáenz García apunta en el 'Índice titular de los "Cantos" del poema y de las notas marginales del original' que este Canto 3º, de 43 estrofas, trata sobre:

Castillo de Soria.- Quien gano a Soria de los Moros.- Del Monasterio*.- Poblaçion de Soria.- Fotun Lopez poblador de Soria.- Feudo.- Definiçion de la nobleza.- La Guerra hace nobles.- De los doze linajes de Soria. Forma de armar caballeros.- Nobles. Hidalgos. Caualleros. Escuderos. Infanzones.- Hidalgo de caldera y pendon.- (Enumeración de los linajes sorianos).- Ofiçio de Alférez general de la Prouincia.- Principio del orden de St. Juan.- Principio del Horden de Sanctiago.- Principio del Horden de Calatraua.- Caualleros de tabla Redonda.- Principio del Horden de la Vanda Y del Tuson.- De las Armas y Scudos de los doze linajes de Soria.

(*)   En "Del Monasterio" se habla del rey Don Ramiro el Monje, no de monasterios de Soria.

Por lo tanto no hay que extrañarse de que cuando se comentan esos versos alusivos a los caballeros sorianos no se cite la fundación del convento de las Carmelitas Descalzas; aunque a la misma asistieran el obispo y la madre Teresa de Jesús con las monjas que le acompañaron.

El padre Albano e Higes nos dicen ("SORIA, fundación de STA. TERESA", pág.26) que la comitiva que llegó a la capital el 2 de Junio de 1581 (pág.78) la formaban diez monjas, dos frailes, dos sacerdotes y varios caballeros; así pues no cabe duda de que el paso de los carruajes levantaría cierta expectación popular, tal y como decía la propia monja: Estaba aquella señora [doña Beatriz de Beaumont], nuestra fundadora, esperándonos á la puerta de su casa, que era á donde se avia de fundar el monesterio: no vimos la hora que entrar en ella, porque era mucha la gente. Esto no era cosa nueva, que, en cada parte que vamos, como el mundo es tan amigo de novedades, hay tanto; pero si bien aquella comitiva despertó la curiosidad popular, hay que recordar que el obispo ni siquiera salió a recibirlas, Estaba el santo Obispo á una ventana de su casa, que pasamos por allí, de donde nos echó su bendición (De la Fuente "Libro de las fundaciones", pág.228)

Hay que tener en cuenta, que no hay registrado ningún acuerdo de la Ciudad entre las fechas del 15 de Mayo y el 16 de Junio, y por tanto no encontramos constatación civil de la fundación del convento de las Carmelitas Descalzas; y aunque hubiera habido algún problema con los escribanos del Ayuntamiento, resulta extraño que no se dejara constancia expresa del evento si realmente hubiera tenido tanta transcendencia institucional; y diciendo esto no se pretende quitarle la relevancia religiosa que tuvo.

Y puestos a interpretar hasta qué punto se tenía por santa a la madre Teresa de Jesús, deberíamos considerar que de lo acontecido en aquel convento en el siglo XVI, el hecho de mayor repercusión social, mayor incluso que su fundación, probablemente fuera el milagro ocurrido con la curación de una de sus monjas aquejada de perlesía (debilidad muscular y temblores) tras encomendarse a la Virgen del Rosario que los frailes de Santo Domingo habían llevado allí para adecentarla; hecho que motivó que, tras la debida averiguación ordenada por el obispo y haberse dado crédito al mismo, el 3 de Octubre de 1597 en la Ciudad se acordara hacer procesión, luminarias, máscara nocturna, y toros al día siguiente. Milagro que, como decimos, pone de manifiesto la santidad de la madre Teresa de Jesús en aquella época, ya que ni siquiera la monja de su convento se encomendó a ella para que intercediera en su curación, haciéndolo a aquella imagen que estaba allí ocasionalmente.

(Noticia que además de constar en el acuerdo municipal indicado, ya en 1627 fue publicada por Alonso Fernández en "Historia y anales de la devoción y milagros del Rosario...")

A la madre Teresa de Jesús no se le canonizó hasta el año 1622. De hecho, se le denomina como madre el 11 de Enero de 1610 cuando en el ayuntamiento se presentó el padre prior de Palencia de la orden de los Carmelitas Descalzos, y dijo que la dicha orden trata de canonizar a la madre Teresa de Jesús, Carmelita Descalza de la dicha orden, fundadora del monasterio de monjas descalzas de esta ciudad, y pedía limosna para sufragar los gastos de dicha canonización, acordando la Ciudad contribuir con 52.000 maravedís pagaderos en dos años (AHM). Y del mismo modo, la Diputación de los Doce Linajes, para la canonización de la santa madre Teresa de Jesús acordó este mismo día dar 600 reales (20.400 maravedís) según consta en sus libros de acuerdos, viéndose cómo aunque le otorguen un halo de santidad le siguen llamando madre. (ADL)
Así pues, argumentar que ni Martel en la última década del XVI ni Mosquera en 1612, hablen de una monja cuando tratan de los Doce Linajes de Soria, a mí, personalmente, no me parece una razón suficiente para antedatar sus obras, pues en mi opinión resulta algo totalmente comprensible.

Más bien, el autor de la 'Actualización' tendría que haber tenido en cuenta que en ese Mss-3452, cuando se habla de los conventos, sí se cita el de las Descalças Carmelitas (f.91), aquél fundado por la citada monja (que, insisto, aún no era santa), y por lo tanto es muchísimo más sostenible que el texto sea posterior al año 1581 de su fundación, que anterior a esa fecha.

Martel y el milagro de Vico

La mención de obras publicadas hasta 1590 y el cálculo de Higes llevan a datar la obra como concluida por Martel en ese año, sin embargo, y si se trata del mismo Miguel Martel que asistió al milagro de Vico, cabe la opción de que Martel terminara su investigación sobre Soria algo después de mediados del siglo XVI, ya que menciona una circunstancia referente al año 1567*, cuando podría tener menos de 90 años, calculando que, si es el mismo al que se califica de "doctor" hacia 1605, como interviniente en las gestiones sobre el "milagro de Vico", habría nacido al menos veinticinco años antes (es mera suposición), hacia 1480.

(*) Se refiere a la venta que el rey Felipe II hizo a Francisco de Garnica del oficio de Alférez Mayor de Soria y su provincia en 1567.

Reproducimos nuevamente el texto de Soriano (pág.43) porque no acabo de entender qué tiene que ver un doctor Miguel Martel encargado de indagar el llamado milagro de Vico, y que el Miguel Martel 'natural de Logroño' terminara su investigación sobre Soria algo después de mediados del siglo XVI.
Aún entiendo menos que si alguien a quien se califica de doctor en 1605 habría nacido al menos 25 años antes, lo hubiera hecho hacia 1480, porque ¿el doctor Martel cuando hizo las gestiones de Vico contaba con 125 años?
Pero si tomamos como un error de cuenta la suposición de Soriano y admitimos 1580 como año de nacimiento del doctor Martel ¿cómo pudo dejar de investigar en 1567?
Y el planteamiento de que Martel menciona una circunstancia referente al año 1567, cuando podría tener menos de 90 años, sólo es comprensible si tomáramos 1480 como su año de nacimiento (1567-1480=87 años).
Con su despiste Soriano se ha montado un lío que para mí no tiene ni pies ni cabeza. Lío que se habría evitado si en vez de suponer hubiera indagado un poco sobre el doctor Miguel Martel, del que nos dice Latassa ("Biblioteca Nueva...", p.587) que nació en Zaragoza después de la mitad del siglo XVI, y por tanto, de ser él el autor del Mss-3452 es insostenible que terminara su investigación sobre Soria algo después de mediados del siglo XVI.

Sobre el referido milagro, Soriano Calvo dice: Este milagro de biubicación debió producirse antes de 1605, porque el autor relata otra anécdota para esa fecha, situando la narración a continuación de ésta; pero el milagro al que alude no parece ser de biubicación, ya que se trata de alguien que desaparece de la cárcel para aparecer en la capilla de la Virgen de Vico, volviendo a aparecer en ella una vez terminada la misa cantada en dicha capilla, según lo relata fray Lorenzo Carrillo en 1861. ( 1)

Las iglesias de San Pedro y La Mayor, y el Mss-3452

Antes de dedicar sus esfuerzos a la 'Edición actualizada y anotada del manuscrito', Soriano Calvo finaliza lo que él denomina estudio del manuscrito Mss-3452 diciendo en la página 148:

No se sabe quien fue este Miguel Martel que se autodefine como autor de la Numantina. Pero /.../ no voy a entrar sobre la cuestión de si es el autor de la Numantina anónima que se encuentra en la BNE o si fue copiado o copiador de la obra de Mosquera. Tampoco se puede datar la realización de la obra, puesto que si, por un lado, Higes considera que la obra de Martel estaría terminada hacia 1590, por otro, como he dicho, Martel no cita la visita de Santa Teresa a Soria, ocurrida en junio de 1581. Una explicación que conciliaría ambos extremos sería considerar que Miguel Martel terminó de tomar los datos sobre Soria antes de 1581, pero tardó varios años en componer su obra, lo que explicaría la inclusión de obras publicadas después de 1581 y la apreciación de Higes citada, o la que yo propongo de que Martel terminara su obra antes de 1581, y él mismo o un tercero la completara con obras posteriores, y que, incluso, pudiera escribirla de nuevo, lo que explicaría que la letra parezca posterior a la fecha de realización. /.../
Por otra parte, Mosquera refiere que la capilla de San Bartolomé está en Santa María la Mayor donde está la Yglesia Cathedral (f.134r), lo que supone que la obra debió de terminarse, por lo menos en esa parte, antes de que la Colegiata volviera al edificio que se había arruinado al quitar la viga de carga. Según Higes, la colegiata se hundió hacia 1525, el cabildo se instaló en la iglesia de San Gil, conocida como "la Mayor", de donde se trasladó a la iglesia de Cinco Villas, por acuerdo del cabildo, el 17 de octubre de 1544, al no poder residir en el antiguo edificio. Aunque se debe tener en cuenta que la hoy concatedral se acabó de reedificar hacia 1577, según se hizo constar en una inscripción que está en la capilla del Azogue.
:::::
Por tanto, parece que la investigación de Martel, de la que trae causa su manuscrito, hubo de realizarse antes de esa fecha, lo que coincidiría con la hipótesis que he formulado.

Soriano sigue insistiendo en su hipótesis, y ahora, al tratar de sostenerla, recurre a un artículo de Víctor Higes Cuevas que me resulta totalmente desconocido, porque lo que publicó Higes en "La colegiata de Soria. Sus Orígenes - Hundimiento del templo románico" (Celtiberia nº22), no tiene nada que ver con lo que publica Gilberto Soriano.

Higes Cuevas, estudioso de la colegial de San Pedro y de tantos otros temas sorianos, en ese artículo no dice que la colegiata se hundiera hacia 1525, lo que hace es informar de las fechas erróneas que dieron Loperráez, Rabal, Gaya Nuño, Mélida, Taracena y Tudela, y el Racionero Marrón, y después de argumentar sobre esos errores nos dice la primera traslación de la Colegiata a San Gil, /.../ se hizo en 1523, y no porque la Iglesia de abajo se hubiera hundido, sino por ser sitio más céntrico, permaneciendo cinco años, hasta que en 1527 volvieron a San Pedro, para luego informarnos de que fue entrado el año 1543 cuando se vinieron abajo la torre y cimborrio de la iglesia románica. ( 2 )
Fue después de este hundimiento cuando en 1544 se acordó celebrar las horas y oficios divinos en la parroquial de Cinco Villas, pero no se desplazaron desde La Mayor como dice Soriano, sino desde San Pedro, y con la particularidad de que en la dicha iglesia de San Pedro queden las personas que cumplan para el servicio de ella(*); y será en 1580 cuando el cabildo de la colegial vuelva a trasladarse, por segunda vez, a la iglesia de La Mayor. ( 3 )

(*) Esta particularidad, que no relata Higes, la tomamos del acuerdo del cabildo colegial del 17 de Octubre de 1544.

Así que, una vez más, el argumentario de Soriano Calvo se desmorona, como pasara con la referida torre y cimborrio de la iglesia románica de San Pedro.

Sirvan como ejemplo de cómo hasta 1580 el cabildo de la Colegial no se trasladó a La Mayor, su acuerdo del 13 de Abril de 1573 con los oficiales del oficio de cardadores, concertado En la muy noble ciudad de Soria, dentro de la iglesia colegial de señor San Pedro de la dicha ciudad, en la claustra y capítulo de ella; y el del 17 de Mayo de ese año 1573 con los oficiales del oficio de perailes y percheros, cuya cabecera es prácticamente igual. (PN-124-258-17 y 20)
O el testamento de Juan Álvarez de Calatañazor, otorgado el 9 de Noviembre de 1579, por el que se mandaba enterrar en la iglesia de señor San Pedro en la sepultura de mis padres. (PN-49-119-412)

En lo único en lo que podríamos estar de acuerdo con Soriano es en que, efectivamente, el contenido del Mss-3452 se terminó de redactar antes de que el cabildo de San Pedro volviese a su iglesia de abajo; vuelta ocurrida a finales de 1594 cuando la dejaron libre los frailes de La Merced; sobre lo que ya tratamos en otro de nuestros artículos. (La Merced en San Pedro)
Tampoco está clara la intencionalidad de citar en este caso a Mosquera, que al copiar la cita que hace Martel (f.37v), provoca uno de los anacronismos que se aprecian en la mala copia que hizo el granadino del texto del riojano.

Algunos datos del Mss-3452 posteriores a 1567

Cuando alguien se percata de que en una determinada obra histórica falta algo que, para él, debió tener una gran repercusión social, es lógico que cavile el porqué no se hace mención a ello.

Si en el manuscrito de Martel se echa en falta la visita de Santa Teresa a Soria, se podrán hacer cábalas de a qué se debe, ¿se escribió antes de esa visita? Para Soriano Calvo esa es la razón más coherente, ¿y qué pasa con todo lo que consta en él y es de fechas posteriores? La solución es argumentar que se añadieron después.

Pero Soriano ni siquiera es coherente con la datación del manuscrito a quo (no puede ser anterior a), ya que nos habla tanto de después de mediados del XVI como también de 1581.
Si la de 1581 la sostiene porque no se menciona la visita de la madre Teresa de Jesús a Soria, debería mantener no la de 'después' sino la de 'antes' de mediados del XVI, porque en el Mss-3452 tampoco se hace alusión al hundimiento de la iglesia de San Pedro.

Curiosamente, en la página 222 (nota 1485), admite Soriano que habiendo publicado Argote de Molina su obra "Nobleza del Andaluzia" en 1588, éste sería el término a quo para el manuscrito de Martel, pero eso sí, en una nota a pie de página con letra de lupa.

Y si se admite que el manuscrito no puede ser anterior a 1588 ¿a qué viene esa insistencia de mediados del XVI o de 1581? Porque a mí me consta que Martel hace referencia a la obra de Argote, al menos, en 10 ocasiones (folios 22v, 24v, 28v, 36, 40, 59v, 64, 64v, 66v, 71v), lo cual denota que su consulta no fue para un caso puntual.

A pesar de ello Soriano vuelve a las andadas y nos dice en la página 277 (nota 2327): (20 de Diciembre de 1563) es un término a quo del propio Manuscrito que actualizo, porque indica que no se pudo escribir antes de esta fecha. ¿Pero no habíamos quedado en que no pudo escribirse antes de 1588?. Entonces ¿para qué liar otra vez el asunto?
Si el manuscrito no puede ser anterior a 1588, es de cajón de madera de pino que tampoco puede serlo de ninguna fecha precedente.
Y aún en la página 341 (nota 3210) riza el rizo y nos dice que una cita que hace Martel referente a "Diego López de Medrano señor de Cabañuelas" procede del texto de Zurita impreso en 1579, por lo que la fecha pudiera retrasar el término ad quem para la realización del manuscrito, salvo que se tenga en cuenta la hipótesis que he planteado en el estudio./.../ Martel la pudo leer antes, incluso, de terminar la redacción definitiva de su manuscrito. Resulta increíble que se haya podido publicar semejante despropósito. A mi entender, si hemos admitido que el Mss-3452 no puede ser anterior a 1588, y la obra de Zurita es de 1579, eso de retrasar el término ad quem y que lo que consta en el manuscrito lo haya añadido otra persona no se sabe cuándo... mejor no calificarlo.

► En el folio 20v del Commento, se citan dos autores cuyas obras, según consta en el "Catálogo Colectivo de Patrimonio Bibliográfico", se imprimieron:

Josepho Mascardo "De probationibus", impreso en 1585-1588
Jacobo Menochio "De Praesumptionibus", impreso en 1587

Con lo que se confirma que el Mss-3452 no puede ser anterior a esas fechas.

Entre los datos que aporta Martel, y que resulta relativamente fácil verificar cómo son posteriores a ese indeterminado mediados del siglo XVI, podemos reseñar los siguientes:

► f.15v - El rey vende el oficio de Alférez Mayor a Francisco de Garnica y él a don Francisco López de Río señor de Almenar que hoy vive. Francisco López de Río compró el título el 22 de Febrero de 1571. (AHM 18-10-1598)

► f.16 - Pleito por el alferato; la apelación con el proceso se llevó al Consejo de su majestad y está ahora allá. Consta /.../ de los demás autos que están en poder de Pedro de Mondragón escribano de Ayuntamiento. El primer acuerdo en el que consta Pedro de Mondragón como escribano de Ayuntamiento es del 3 de Julio de 1581. (AHM)

► f.21v - lo cuenta largamente Luis del Mármol en la Historia de los Árabes. El mismo Soriano aporta la fecha de 1574 para la edición de la obra de Mármol.

► f.23 - De este apellido de don Vela no ha quedado en la ciudad de Soria sino tan solamente un hijodalgo que se llama Santa Cruz Vela. Santa Cruz Vela aún vivía en 1571 (PN-17-42-7v) y tenía un hijo llamado Diego Vela Santa Cruz que asistió a la junta del Linaje de Don Vela del 21 de Enero de 1585, en la que se anota su presencia como 'Santacruz Vela' añadiendo 'Dº de' entre renglones, y firma el protocolo de dicha junta como 'Diego Vela' (PN-52-124-425). El 24 de Abril de 1587 Sta Cruz Bela en su persona es citado para la junta general de los Linajes que se había de celebrar al día siguiente (a la que no asistió). (ADL)

► f.24 - Don Rodrigo Zapata oidor del Consejo de Indias; cargo al que accedió el 26 de Septiembre de 1590, falleció el 1 de Octubre de 1591. (Latassa "Biblioteca Nueva...", p.514) (Baltar Rodríguez "Rodrigo Zapata y Palafox", RAH-DBE)

► f.24v - Don Francisco Beltrán de Rivera fue deán en la iglesia catedral de San Pedro de la ciudad de Soria. El 24 de Octubre de 1578 la Ciudad otorgó poder para tomar un censo (préstamo) de 1.000 ducados de Francisco Beltrán de Rivera deán de San Pedro. (AHM)

► f.28v - Fue de ellos Francisco de Garnica. El contador Garnica falleció en 1590. (De Carlos Morales, "Francisco Garnica", RAH-DBE) (Gil González Dávila "Teatro de las grandezas...", p.254)

► f.30 - De esta misma casa salió el Doctor Melchor Bravo de Lagunas y Sarabia que fue oidor y presidente en el Real Consejo del Perú, y capitán general por el rey don Felipe nuestro señor en la provincia de Chile. El doctor Melchor Bravo de Saravia falleció en 1577. (Muñoz Correa, "Melchor Bravo de Saravia", RAH-DBE)

► f.31v - vino con la reina francesa doña Isabel de Valois a España, año de 1570.

► f.31v - Casó doña Leonor de Río con don Bernardino de Arellano /.../ y habiendo enviudado de él casó segunda vez con don Juan de Mendoza señor de Morón y de la Puebla. Leonor de Río y Bernardino de Arellano vivían y estaban casados en 1571. (PN-123-256-99)

► f.31v - Fue de ellos /.../ don Pero González de Río prior de la catedral de aquella ciudad. El prior Pedro González de Río testó el 13 de Agosto de 1590. (PN-132-278-108)

► f.35v - El nombre de Chancilleres solamente le topé en una escritura antigua de 160 años, en la que se nombra Ferrán Martínez de San Clemente Chanciller. En el reparto en Tercios de los Chancilleres se cita a ese Ferrán (f.36v); si la escritura es del 20 de Septiembre de 1430, y tiene 160 años, el año actual sería 1590.

► f.37v - Los Chancilleres concurren todos a una iglesia en la capilla de San Bartolomé que está en Nuestra Señora la Mayor, donde está al presente la iglesia catedral. Como ya hemos comentado; la colegial de San Pedro se trasladó a La Mayor desde 1580 a 1594.

► f.45v - un pleito /.../ sobre si se ha de cerrar el término de Ontalvilla del Tormo. El pleito de los San Clemente sobre dicho término estaba pendiente el 22 de Agosto de 1588 cuando se concertó un acuerdo entre los litigantes. (PN-88-197-263)

► f.58v - Adelantado don Martín de Padilla conde de Santa Gadea. Este título condal fue creado en 1586. ("Elenco...", 2013)

► f.59v - Por muerte del escribano de este linaje no pude haber el libro. Nicolás Poveda, escribano del Linaje de Calatañazor desde 1584, firma un acuerdo de dicho Linaje el 12 de Julio de 1591 (Audiencia 5051). ( 4 )

► f.61 - Entierro de Juan de Vinuesa en la capilla mayor de la iglesia nueva del dicho colegio de la Compañía de Jesús. En 1583 se conciertan obras de cantería y carpintería en la iglesia de la Compañía. (PN-146-308-4 y 15 y 79 y 94)

► f.63v - De esta misma casa fue don Juan de Castilla y Beteta maestrescuela de la iglesia catedral de San Pedro de la ciudad de Soria. Don Juan de Castilla otorgó testamento cerrado el 31 de Agosto de 1581; aunque hay autores que fechan su óbito en 1589, consta que el 1 de Diciembre de 1581 ya había fallecido por unos documentos sobre gastos de su enterramiento. (PN-95-212-204) (Sobre los Beteta y Castilla)

► f.64v - Hizo memorable su nombre Francisco de Neyla vecino y regidor de Soria. Francisco de Neyla asistió al ayuntamiento del 18 de Septiembre de 1582, según consta en el libro de acuerdos. (AHM)

► f.66v - Sobre la antigüedad de los Morales me mostró en Valladolid el licenciado Fuen Mayor de la cámara de su majestad /.../ que pocos meses después murió. Salazar y Castro fecha su fallecimiento el 28 de Julio de 1590. (Ver "Martel Vs Mosquera", "Martel. Licencia para imprimir")

► f.67v - persona de esta sangre que hoy vive iba en la galera real del señor don Juan de Austria, cuando la batalla de Lepanto. La batalla de Lepanto tuvo lugar en Octubre de 1571.

► f.82v - edificó un colegio de diez hijosdalgo. El 7 de Agosto de 1584 se concierta con García Güemez la obra del hospital de viejos que se ha de hacer. (PN-85-191-251)

► f.86v - el nuevo monasterio de la Concepción que fundó el capitán Francisco de Barrionuevo. Soriano afirma en la página 145, apartado E, que la fundación del convento de la Concepción se produjo en 1569 no sé en base a qué razones (Loperráez dice se fundó por los años de mil quinientos sesenta y nueve (T-II, p.136)); en un testamento se pueden disponer diversas fundaciones, pero ello no implica que se realicen inmediatamente (como acabamos de ver con el colegio de diez hijosdalgo fundado por el mismo capitán); y puesto que cita expresamente la frase de Martel en la que se refiere al nuevo monasterio, hay que advertir que:

El 15 de Marzo de 1572 se concierta la obra del mismo. (PN-79-178-69 y ss)
El 28 de Julio de 1581 la Ciudad pide al Provincial de la orden franciscana que mande monjas para el monasterio. (AHM)
Y el 18 de Agosto de ese año 1581, la misma Ciudad escribe al obispo sobre este tema. (AHM)

Nótese cómo la petición de monjas para La Concepción es posterior a la fundación del convento de las Carmelitas Descalzas por la madre Teresa de Jesús, pues su primera misa conventual fue el 3 de Junio de 1581 (García Abad e Higes, pág.111); escribiendo la Ciudad al obispo dos días después de que dicha fundadora se marchara de Soria (p.157).

► f.88r - en nuestros días se ha labrado una delantera de casa de piedra blanca que llega la costa a doce mil ducados. Se podrá decir que sólo es una casualidad, pero en la fachada del palacio construido por Francisco López de Río (ese que llaman de los condes de Gómara) consta Acabose año de 1592. (Palacio de los López de Río)

► f.90 - cuyo nombre fue Diego Martínez de Tordesillas [sic], cura de la iglesia de Santiago. Diego Martínez de Tardesillas, cura de Santiago, el libertador del Común, falleció el 3 de Diciembre de 1580. (PN-137-288-125)

► f.91 - De Religiosas hay el monasterio de Santa Clara, el de las Descalzas Carmelitas y el de la Concepción. El convento se fundó en 1581, como dice Soriano Calvo, y ya hemos comentado.

► f.99 - Alcaides del castillo, en nuestros tiempos don Jorge de Beteta /.../ y después de la muerte de este caballero, no se ha puesto ningún alcaide. Aunque hay diversas fechas para su muerte, según el acuerdo de la Ciudad del 28 de Enero de 1577 parece ser que aún vivía. (AHM)

Aún hay más; el mismo Soriano nos indica (pág.62, nota 140) que la obra de Fernández de Palencia que cita Martel se imprimió en 1571. Aunque, sin duda, una de las cosas más sorprendente para su argumentario es la nota 145 (pág.63), porque si la "Chronica de las tres Ordenes y Cauallerias de Sanctiago, Calatraua y Alcantara" de Rades y Andrada se imprimió en 1572, y Martel hubiera terminado su documentación en 1567, resultaría que todas las alusiones a esta Crónica, todos los caballeros de las órdenes militares habrían sido añadidos posteriormente no se sabe por quién.

Ahora bien, la hipótesis que se nos ha planteado resulta tan genial que se podría seguir insistiendo en que Martel acabó de documentarse a mediados del XVI, y que todos esos datos que acabamos de relatar se añadirían posteriormente al manuscrito original, ya fuera por el mismo Martel o por otra persona.
Admitamos que así lo hiciera el autor riojano... pero... si sigue añadiendo datos a su manuscrito con obras impresas después de mediados del XVI, si sigue enterándose de fallecimientos de personajes dignos de ser incorporados en su obra ¿no sigue documentándose?... Entonces, terminaría cuando terminara, no antes.
Y bueno, como digo, ya fuera él u otro quien fuera añadiendo datos; fuera quien fuera, acabó de hacerlo antes de 1581 porque no añadió la visita de Santa Teresa de Jesús... puesto que no consta, nadie llegó más allá...
Pero... si hay datos y obras posteriores... ¡cómo puede ser! ¡un hecho tan relevante! ¿al mismo Martel, o al otro, pasando el tiempo, se le volvió a olvidar?
Y el que anotó que ya existía el convento de las Descalzas Carmelitas en el folio 91 del Mss-3452 ¿por qué no citó la visita de la santa?

Si alguien quisiera admitir que Martel dejara de informarse a mediados del siglo XVI, debería pararse a pensar un poco y preguntarse por qué si se continuó la redacción abarcando unos años más (fueran los años que fueran, y fuera quien fuera el redactor), no se completó la relación de las familias incorporadas en el Linaje de Calatañazor y que Martel dejó incompleta por muerte del escribano del Linaje. Tener conocimiento de aquella información era algo tan sencillo que Mosquera la incorpora en sus textos de 1606 y 1612.

¿ Quién escribió el manuscrito Mss-3452 ?

A estas alturas plantear quién escribió el célebre manuscrito parece cosa de chiste; sin embargo el caso es digno de análisis.

Si consta en la portada Por el mismo Miguel Martel natural de Logroño Autor de la Numantina, obviamente, para mí, el texto es de Miguel Martel; pero ¿la escritura es de Martel? ¿Ese manuscrito está escrito por otra persona?

Otra vez hacemos mención a lo que nos dice Gilberto Soriano en la página 43:

... el manuscrito tiene una letra que parece no corresponder a la fecha en que se ha datado, como me indicó, cuando leí el trabajo de fin de máster del que trae causa esta investigación, el experto en paleografía /.*./ Quizá incluso, puestos a especular, la redacción actual del manuscrito fuera del propio Marqués de Mondéjar, en cuya biblioteca se encontraba antes de que ésta se dispersara, y quien habría copiado el de Martel añadiéndole esas notas, siendo ese manuscrito el que se conserva en la BNE. En fin, es pura hipótesis.

(* Omitimos el nombre del paleógrafo, por si pudiera molestarle una cita no autorizada)

Que la letra del manuscrito de Martel pudiera no corresponder a la fecha de datación de su contenido, para mí, carece de la mayor importancia. Sirva de ejemplo la transcripción de Clemente Sáenz García que se publicó en 1967; la letra obviamente no es del siglo XVI, pero no por ello se le ocurriría a nadie (espero) datar el texto del Mss-3452 en el siglo XX.
Del mismo modo, para una copia anterior tampoco debería tenerse en cuenta la forma sino el contenido; debería ser la datación que aportan los hechos, obras o circunstancias que se expresan en lo que se narra, la que impere sobre cualquier otro aspecto; porque lo que sí parece demostrarse es que el Mss-3452 no es el manuscrito original de Miguel Martel; pero con esta afirmación no quiero decir que su texto no sea el que escribiera el autor natural de Logroño, ya que sólo estaría alterado por lo que parecen ser errores de copia, pero no con datos añadidos posteriormente.

Al final del folio 91 del tan reiterado Mss-3452 encontramos un texto intercalado muy llamativo:

En una primera redacción se escribe:

Ay en Soria dentro y fuera de la çiudad .23. Hermitas y .123.
capellanias fundadas en yglesias differentes, las cofradias y her
mandades llegan a .44. en lo qual se muestra claramente la chris
y lo uno y lo uno se hecha de ver en dos mill fanegas de pan de renta

Y luego se añadió entre renglones, y con letra un poco más pequeña, a continuación de 'la chris':

tiandad de los muertos, y la piedad de los uiuos -

En mi opinión, a alguien que esté escribiendo una palabra (christiandad), y tenga que truncarla por haber llegado al margen del papel, resulta imposible que se le olvide terminarla al inicio de la línea siguiente; se le puede olvidar cómo seguir la frase, o incluso después de escrito el párrafo introducir un entre líneas para mejorar el texto; pero ¿qué se le olvide al que escribe el final de la palabra que está escribiendo?
Yo creo que eso sólo puede ocurrir cuando alguien está copiando literalmente otro texto (sea suyo o de otro autor).

Pero hay otros entre renglones que no se entiende su añadido salvo siendo error de copia. (Indicamos el texto intercalado con letra más pequeña)

▻ f.25 lin.19 - Cuando habla de cómo en las crónicas se cuenta que con el Cid iba Antolín o Antón Sánchez de Soria dandole este nombre de Soria no como renombre y apellido, el 'co' está añadido entre líneas; y como se ve, no parece tener sentido haberlo olvidado cuando se redactaba la frase.

▻ f.37v lin.7 - Habla de los Finojosa e Hinestrosa, y dice se nombran en la chronica de Calatrava .c.21. y en la de Alcantara .c.43. Y en el c.34 de la Chronica de Calatrava se nombra D.Pedro González de Hynestrosa Comendador de Valdepeñas y lib. 1º de la nobleza de la Andaluçia .c.93 se nombra un Cavallero deste apellido que se hallo en la Batalla de las Navas de Tolosa, son de los deste linaje.... El texto inserto se anota en el margen derecho del folio y resulta ilegible, sin embargo lo transcribe Sáenz García en la nota 20 (pág.232). Mosquera no hace ninguna mención especial a los Finojosa e Hinestrosa en sus textos (al menos cuando habla de los Chancilleres).

▻ f.38 - Inicia el apartado 'De los que estan en el Linaxe de los chançilleres' escribiendo: Ya quedan listados; y aunque la 'a' añadida pudiera considerarse una mejora de la redacción, más parece otro error de copia.

▻ f.47v lin.17 - Pero el padre les mandó que se fuesen a sus posadas.

▻ f.50 penúltima línea - este patronazgo es de mayor qualidad que en tiempo de sus pasados. En este caso 'qualidad' aparece en el margen, y se aprecia que la frase, sin el añadido, resultaría incoherente en una redacción original, siendo otro posible error de copia.

▻ f.51v lin.2 - los libros de armas.

▻ f.53v lin.20 - Por la chronica del Rey don Enrrique el segundo año .11. c .1º. y c .2º. Olvidarse el 'año 11', desde luego puede ser un despiste del autor, pero tal vez sea más factible el de un copista.

▻ f.59v Santisteban lin.12 - Marçelino refiere de Caton Çensorino, que como a muchas personas prinçipales se hiziesen estatuas en Roma, le pregunto un amigo suyo porque a el no le levantavan estatua? Y respondio mas querria que preguntasen los hombres porque no pusieron estatua a Caton, que no, porque se la pusieron, dando a entender con esta respuesta ser mas honra suya lo primero que lo segundo, y de Agesilao... Este párrafo que hemos reproducido, en el que después de escrito se añadió dos veces 'a', se tacha 'se' y el largo comentario continúa por el margen derecho del papel, por lo que no se lee la última parte (texto punteado), pero sí consta, con alguna ligera variación, en el manuscrito de Mosquera de 1606, en su Numantina de 1612, y también en la transcripción de Sáenz García de 1967 (pero no consta en la 'Actualización'), por lo que queda claro que es un error de copia; y aunque ahora tal vez algún mosquerista quisiera volver a enarbolar la bandera de que fue Martel el que copió a Mosquera, debe quedar claro que estamos ante un manuscrito que es copia del original de Miguel Martel (que el añadido de los Hinojosa e Hinestrosa del f.37 no consta en el granadino; y que si Martel le hubiera copiado habría incluido en el Linaje de Calatañazor a los individuos citados por Mosquera).

▻ f.67 lin.3 - tenía recogidas antiguas y curiosas de aquella ciudad. Entre 'recogidas' y 'antiguas' falta algo como 'cosas' / 'noticias'.

▻ f.72v lin.6 - Hablando de la batalla de Baeza dice: y hallarse hallado en ella los de Vallejo. El 'hallado' entre líneas hace pensar que en vez de 'hallarse' debería decir 'haberse' (haberse hallado).

▻ f.85v lin.18 - En la villa de Atienza ay asimismo gente principal de los Medranos, de quien vienen los quales y los Bravos de Lagunas de aquella villa son unos mismos, los Medranos y los Bravos de Lagunas que ay en Soria.... Da la impresión de que hay un error de copia, como si de los Medranos de una línea se hubiera pasado a los Medranos de otra línea inferior saltándose el texto intermedio.

▻ f.85v lin.20 - la cual caso en Soria con Diego Lopez de Medrano tubo dos hijos.

▻ f.113 lin.2 - Sobre el escudo de Soria: el alcazar de plata en campo azul. Escribir 'alzar de plata' en una primera redacción parece un despiste bastante grande, siendo más fácil que lo tuviera el dicho copista.

Tenemos anotados algunos otros defectos que parecen ser de copia; como citar nue casas en lugar de 'nueve casas'; la falta de palabras que hacen que la frase no tenga sentido, o la confusión de nombres que, a mí, me resulta raro que cometiera Martel.

Ahora bien, fuera quien fuera quien reprodujo este texto que nos ocupa, no añadió datos a lo ya redactado anteriormente; porque como ya hemos indicado, si se quiere tomar como referencia la visita a Soria de la madre Teresa de Jesús para cerrar la información de Martel, al no haberse añadido posteriormente, todo el manuscrito se habría redactado antes de esa fecha; lo cual como queda claro es totalmente imposible; lo diga quien lo diga, y lo alabe quien lo alabe.
Y, por supuesto, pensar que el marqués de Mondéjar pudiera alterar el contenido del manuscrito de otro autor sin hacer mención de ello, me parece poco creíble. Que lo pudiera copiar, tal vez; pero que lo alterara...

Por cierto, el Mss-1103 de la BNE ("La Numantina" llamada anónima) tampoco parece ser el original, ya que, en mi opinión, resulta un poco raro que a un autor que está elaborando unas rimas se le olvidara escribir una y la añadiera después entre líneas:

Las sacras Religiones Militares
que profesan las Armas trauajosas
en tiempos necesarios y en lugares
entrançes y ocasiones peligrosas
Por tierras firmes, por agitados* Mares
Con señas Y divisas Religiosas
la nobleza soriana den por suya
y en su conuento cada qual la incluya

(* Clemente Sáenz García transcribe "agidos")

La importancia de la nimiedad

Cuando alguien publica alguna cosa, tanto él como quien lo edita, lo hace bajo el criterio de que eso es lo que él considera más interesante así como lo más apropiado; criterio que no tiene por qué ser ni compartido ni entendido por todos. Pero como digo, es lo que se busca con la publicación.

Que lo interesante para unos no lo es para otros es algo natural y sobradamente conocido; así, en su 'Actualización', Soriano ha suprimido las notas marginales que en el texto manuscrito ayudan a localizar algunos de los puntos que Martel consideró relevantes, y que como no lo son para el autor de la nueva versión los ha incluido en notas a pie de página, donde su utilidad resulta nula.

Pero no se trata de criticar el formato del libro, ya que a quienes debe gustar es al autor, al editor y a sus lectores.

Con la importancia de la nimiedad (desde mi punto de vista personal) hago referencia a la insistencia de Soriano en reseñar cada deste, desta, dellos y otras contracciones o abreviaturas que contiene el manuscrito, ¿no es una actualización?. Otro tanto ocurre con el uso de las mayúsculas y las minúsculas, las ç y otras grafías, ¿de verdad hacía falta indicar las variaciones si se está actualizando?
Pero eso no es malo, si el autor quería hacer una versión lexicográfica, desde luego estaba en su perfecto derecho, y por tanto no critico, en sí, que lo haya hecho, sino que, como se puede comprobar, ese esfuerzo referente a la grafía utilizada le ha despistado de lo que debería haber sido lo importante: la transcripción.
Pongamos tan sólo tres ejemplos de a qué me estoy refiriendo:
● Página 165, escribe Soriano:

... al tiempo que el Rey don Alfonso pobló a Soria el año de nuestro Redentor592 de 1109 no había593 sino tan solamente una Atalaya o torreón594 en el sitio595 donde está el castillo, dando entender que hasta el tiempo de este596 Rey no había597 memoria de Soria, y que esta República habrá que comenzó598 como quinientos599 años.

En ese fragmento, que tiene nada menos que ocho notas a pie de página, he resaltado varios puntos, ya que en el manuscrito (f.4) se lee:
- dando a entender.
- Republica con tal nombre abra.
- Las notas 593 y 597 tan sólo dicen avia; pero en realidad en el manuscrito consta auia.
Por donde se aprecia cómo el exceso de notas distrae la atención que se debería haber prestado a la transcripción.
Sin embargo, según mi parecer, lo que sí debiera haber tenido una nota explicativa o aclaratoria, y no la tiene, es ese año 1109 en el que el Rey don Alonso pobló a Soria, según constaba en un libro de armas. Y convendría haber dicho algo sobre ese año puesto que el Ayuntamiento de Soria organizó en el 2019 unas llamadas Jornadas científicas para conmemorar el noveno centenario de la supuesta fundación de Soria; y aunque Soriano Calvo ya menciona esa cita de Martel en su estudio preliminar a la 'Actualización', no habría estado mal indicarlo en su sitio, que es donde el autor lo incluyó y donde se podría haber advertido al lector.
● Del mismo modo, en la página 179 leemos: y son dos los de este869 que, la nota 869 a pie de página tan sólo dice: deste, y resulta que esta distracción lexicográfica provoca que la redacción sea errónea, ya en el manuscrito se lee: y son dos los de este apellido que.
● En la página 241, escribe: y todos los1795 y todos los Comendadores, viéndose cómo la inserción de la nota provoca la pérdida de la continuidad del relato, y el despiste de repetir 'y todos los'.
¡Esa es para mí la importancia de la nimiedad! La que se le ha dado a ciertos aspectos en perjuicio de la calidad de la 'Actualización'.

La ocasión perdida

Es obvio que si el libro gusta, y no hay motivo para que no guste, pues Soria es la capital de la novela histórica, las tradiciones y las leyendas, buena parte de los lectores disfrutarán con su lectura, porque al que no sabe se le puede contar cualquier cosa que tenga un halo de credibilidad; y un texto publicado por la Diputación Provincial de Soria, y recomendada desde el ámbito universitario, obviamente otorga esa credibilidad.
Y entonces aparece la ocasión perdida (téngase en cuenta que hablo desde mi punto de vista personal).
Si una 'Actualización' mantiene parte de los errores que contiene el texto que se debía actualizar, y además se añaden otros cometidos por el actualizador, nos encontramos no sólo con un nuevo discurso de escaso valor, sino que se ha quemado la oportunidad de que se publique un buen libro que trate el tema con rigor. ¿O acaso la Diputación estará dispuesta a publicar otro libro que enmiende el desaguisado provocado por éste? Ni siquiera se podría editar una fe de erratas porque el trabajo de controlarlas todas sería mayor que el de redactar una buena edición comentada del manuscrito de Martel.

● Se ha perdido la ocasión de actualizar nombres de localidades que constan en el Mss-3452, como Alpedrocho, Reznas o Torre Tardajos, y se han añadido otros, de tal forma que en la 'Actualización' leeremos:

Abmaaric   por   Almarail.
Albocane   por   Albocabe.
Alpedrocho   por   Alpedroche.
Bado de Izey   por   Bado de Rey, Vadorrey o Badorrey.
Bilhora de Berlanga   por   Bilhorado (Belorado), Berlanga.
Corto   por   Cortos.
Doañe   por   Duáñez.
Fuente almexir y Fuentearmengil   por   Fuentearmegil.
Tarragona   por   Tarazona.
Tejada   por   Tejado.
Torre Tardaxos   por   Torre Tartajo o Torretartajo (antiguamente fueron dos: La Torre y Tartajo).

● También se ha perdido la ocasión de actualizar el apellido locativo del libertador del Común, el cura de Santiago, Diego Martínez de Tardesillas (no Tordesillas).


● Debería haberse corregido la fecha de la concesión del Fuero Real a Soria por Alfonso X el Sabio, 19 de Julio de la era 1294 (año 1256), ya que Martel dice 18 de Julio (f.95v); error que parecería extraño si alguien comprobara la fecha proporcionada por Loperráez pues dice por mandado del Rey, diez é nueve dias andados, fecha en letra que suele incluirse en supuestas transcripciones literales del documento; sin embargo en él consta por mandado del Rey. xvıııȷ. dias andados lo que sí podría justificar un error de lectura del riojano.


● Debería haberse dicho que no es correcto lo que afirma Martel de que los caballeros de Soria eran la guardia del rey: (f.105)

Uno de los privilegios de más honra y cualidad que tienen los de Soria es, que en estas jornadas contra moros cuando los reyes de Castilla salían en hueste la gente de Soria hacía cuerpo de guardia a la persona real.
Consta por un privilegio rodado y plomado del rey don Fernando el 4º llamado el Emplazado hecho en Burgos [el] 12 de Abril era de 1342, que viene a ser el año de 1304 de nuestro redentor, en el cual dice el rey que por cuanto el concejo de Soria y los caballeros de ella siempre usaron a guardar a los reyes cuando salen en hueste y a sus hijos los herederos y no a otros ningunos

Sin embargo en ese privilegio rodado se lee:

que ouieron siempre por huso e por costumbre que quando los otros Reyes onde nos uenimos ouieron a sacar huestes e los caualleros e el Conçeio de Soria ouieron a yr con ellos que siempre aguardaron a los Reyes e a sus fijos los herederos, e non a otros ningunos

Y debería tenerse en cuenta que no es lo mismo guardar (custodiar) que aguardar (esperar); y por tanto este privilegio lo que otorgaba era la exención de acudir a batallas a las que no fueran los reyes o sus herederos; exención que ya hiciera constar Sobaler Seco ("La Oligarquía...", pág.44; nota 36), así como otros autores de los que no tengo a mano sus referencias.

En la "Historia de Soria" (T-II, pág.184) coordinada por Pérez Rioja, publicada en 1985, se reproduce este privilegio y la transcripción de Jesús Gaite Pastor.


● En el folio 111v Martel dice: Los alardes de la gente de a caballo se hacían en Soria como en una de las ciudades principales de la Extremadura, pero han ya cesado de algunos años a esta parte. Sin embargo hay constancia documental de alardes realizados en la primera década del XVII (1600 [PN-137-287-21], 1602 [PN-137-288-313], 1609 [PN-141-296-11]), e incluso a mediados de ese siglo, dando cuenta las actas de la Universidad de la Tierra de cómo el primer viernes de Marzo, bajaban un escribano y un procurador de causas a San Juan de Duero para dar testimonio de quiénes corrían el alarde. Por evitar prolijidad indicamos sólo la última fecha recopilada en los datos de HistSoria Archivada; el 1 de Marzo de 1669 se acordaba Que se baje con mí el escribano a la puente y campo de San Juan a tomar testimonio de quienes corran el alarde para que se cumpla con la obligación de guardar los prados abiertos, por ser hoy primero viernes de Marzo (UT-3467 nº133)


● Sobre el privilegio del mercado franco que se celebraba los jueves de cada semana, dice el cronista riojano (f.112): Ganaron los de Soria este privilegio cuando el cerco de la villa de Alfaro por el conde de Fox francés. Se podía haber advertido, a la espera de contrastar la información por documentos de la época, que entre los epitafios y grabados de Soria que mandó recopilar don Pedro Salazar de Mendoza se anota:

En la sala que llaman del Común está un retrato de Rodrigo de Morales en un caballo blanco con un privilegio en la mano y debajo está esta letra:
Año de M CCCC LX VI [1466] años nuestro señor el Rey don Enrrique fiso merced a todos los vezinos moradores desta ciudat sus arrabales, vurguillos que agora son o seran de aqui adelante para siempre jamas que sean quitos esentos de pedidos monedos fiso merced para siempre jamas a todos los que el juebes ques dia de mercado venderan sus mercaderias que no paguen alcauala dellas. Para ello nos dio sus priuilegios. Las quales mercedes se ganaron a instancia del noble cauallero Rodrigo de Morales regidor desta cibdad que fue solicitador della. Los quales priuilegios fueron a espensas del comun, la merced de pedido mds y fraqza [mercedes y franqueza] y de toda la cibdad, y en este año despues desto vino el Conde de Fox sobre la villa de Alfaro con mucha gente de Franceses y Navarros con muchas artillerias que la conbatian. Esta ciudad fue con su pendon quantos pudieron tomar armas con el a sus espensas con otros de la comarca que se allegaron para pelear, y el dicho Conde despues que ouieron una escaramuça que se allegaron para pelear non oso mas esperar alço el real fose e la villa quedo libre.

Hemos reproducido tal cual (salvo el subrayado, enfatizado y entre corchetes) el texto que al parecer estaba en la sala del Común escrito debajo del retrato de Rodrigo de Morales; en él se dice que el privilegio se otorgó en 1466, pero en realidad, según consta en la confirmación de los Reyes Católicos, se expidió en Olmedo el 20 de Noviembre de 1465 (AHM-Doc.Sing), fecha que podría servir para que los expertos en la época confirmaran si dicha merced fue anterior, como dice el texto, o posterior al cerco de Alfaro como dice Martel.

(Agradecemos la noticia sobre estos epitafios y grabados aludidos, a don José Vicente de Frías Balsa)


Por otro lado se deberían haber evitado algunas afirmaciones que son erróneas.

Martel al hablar del oficio que gozaban los Doce Linajes de Caballero del Pendón (f.15v), da cuenta de cómo Felipe II:

fue servido de criar en aquella ciudad [Soria] Alférez mayor a quien perteneciese el pendón /.../ don Francisco López de Río señor de Almenar que hoy vive en ella, el cual tiene al presente la posesión de este cargo tan honroso de Alférez mayor de Soria y su provincia, y es regidor más antiguo en ella. Y en virtud de este nuevo oficio cesó el nombramiento que se hacía cada año por parte de los Linajes, pero ellos ha hecho contradicción y han apelado...

Por su parte, Soriano hablando de ese tema (pág.45) empieza con el texto de Martel: Este oficio vendió su Majestad a Francisco de Garnica su contador y natural de Soria, y él a don Francisco López de Río..., y tras estos puntos suspensivos y cierre de comillas, añade por su cuenta: Aunque luego se canceló el nombramiento y los linajes apelaron ante el Consejo de su Majestad. Afirmación errónea.
No se canceló ningún nombramiento, sino que, como indica claramente Martel, cesó el nombramiento que se hacía cada año por parte de los Linajes; es decir, los Linajes ya no volvieron a nombrar Caballero del Pendón, pero no se canceló el nombramiento de Francisco López de Río.


Cuando Martel alude a los del apellido Mendoza entroncados en el Linaje de Don Vela (f.24), dice remarcando al margen Señores de Hinojosa:

hay en Soria caballeros muy nobles y principales de este apellido, son señores de Ynojosa [sic] que es un heredamiento en Tierra de Soria muy notable por la cualidad, por la renta y por la recreación, y en suma se dice lo que son diciendo que vienen de los señores y casa de Almazán, y que se han juntado con los Veras

Y sobre este texto Soriano inserta la nota 1345 en la que expone:

Es evidente que se está refiriendo aquí a Hinojosa del Campo, y no a Hinojosa de la Sierra. Sobre los caballeros Hinojosa hay cierta confusión...

Desconozco si hay confusión sobre los caballeros Hinojosa, pero no acabo de entender qué tienen que ver con que los Mendoza (Hurtado de Mendoza) fueran señores de Hinojosa de la Sierra.
Soriano ha mezclado dos temas totalmente distintos, y lo que es tan evidente para él: que los Mendoza eran señores de Hinojosa del Campo, es un error como la copa de un pino.
No me voy a explayar con referencias documentales, valgan tan sólo tres que aluden a tres personajes que consecutivamente ejercieron el señorío en los tiempos de Martel:
- 1563, 17 de Septiembre. En la villa de Hinojosa de la Sierra que es del muy magnífico señor don Pedro Hurtado de Mendoza (PN-67-152-71).
- 1581, 4 de Febrero. En la ciudad de Soria a cuatro días del mes de Febrero de mil y quinientos y ochenta y un años, en presencia de mí Miguel de la Peña escribano /.../ parecieron presentes: de la una parte el muy ilustre señor don Cristóbal Hurtado de Mendoza señor de la villa de Hinojosa de la Sierra... (PN-82-186-39)
- 1600, 8 de Mayo. Ratificación de la venta de un pedazo de tierra a don Pedro Hurtado de Mendoza señor de la dicha villa de Hinojosa de la Sierra (PN-189-388-81)
Por donde se ve, sin que quepa la menor duda, cómo los Hurtado de Mendoza eran señores de Hinojosa de la Sierra.
Sin embargo, lo que sí llama la atención es que Martel denomine a Hinojosa como heredamiento puesto que era villa.

Podrá decirse que el cronista hace referencia a los Mendoza, no a los Hurtado de Mendoza, pero hay que advertir que, ya en aquella época, había ocasiones en las que se solía omitir el apellido más corriente reseñando el más significativo en personas relevantes; cosa que ocurre también hoy día: Rodríguez Zapatero, Núñez Feijóo, Díaz Ayuso, Fernández Mañueco...


Sobre las batallas de Trancoso y Aljubarrota dice Martel: (f.106v)

El año de 1385, reinando en Castilla don Juan el 1º, fueron los de Soria a le servir en la jornada de Portugal donde fue la desgraciada batalla de Aljuba Rota, que la crónica de este rey, año 7 capítulo 14, por otro término llama la batalla del Trancoso /.../
Los portugueses se pusieron en defensa habiendo levantado por su rey a don Juan de Avis. Juntáronse los ejércitos y vinieron a darse batalla en un campo que estaba cercano a la aldea llamada Aljuba Rota, y al lugar que dicen Puerto de Maos. Diose la batalla un lunes por la mañana víspera de la Asunción de Nuestra Señora año del redentor de 1385, y declarose la victoria por los portugueses ( 5 )

Martel se equivoca al decir que la crónica del rey don Juan I, año 7 capítulo 14 llama a la batalla de Aljubarrota batalla del Trancoso, ya que mientras de la primera efectivamente se trata en el capítulo 14, de la batalla de Trancoso se trata en el 8 de dicha crónica.
Este error debería haber sido aclarado en la 'Actualización' (ya que se incluye la nota 3869 (pág.384) que alude a ese capítulo 14). Sin embargo Soriano Calvo da importancia a un comentario de escaso interés histórico que hace Llaguno Amirola en 1780, en una revisión de esa crónica citada, y no hace ninguna mención a que la batalla de Trancoso (Troncoso para algunos autores; pero NO Francoso) tuvo lugar antes que la de Aljubarrota, ya que si ésta acaeció en Agosto de 1385, la de Trancoso se peleó en Mayo. ( 6 )


Pero la batalla de Aljubarrota da juego para otro error que no debería haberse cometido.
Cuenta Martel: (f.107)

La causa de este suceso desgraciado, dice Esteban de Garibay, libro 15 capítulo 24, que fue lo que contiene el proverbio castellano Quien a su enemigo popa [desprecia] a sus manos muere, porque dicen que los castellanos entraron en la batalla con menosprecio y desestima de los portugueses.

Y este comentario hecho por el cronista riojano en base a la crónica de Garibay (de la que no es una cita textual) hace que nos encontremos con otro error actualizado.
Soriano inserta la nota 3887 (pág.386) para informarnos de que Martel se confunde al decir "libro 15 capítulo 24" y que es el "libro V"; pero en realidad es Soriano quien se confunde pues es "libro XV capitulo XXIIII" como dice Martel. Pero eso, que en sí carece de importancia, provoca que Soriano, dando crédito a Garibay, nos cuente un imposible:

Resulta llamativo en este capítulo que se haga referencia expresa a Soria para indicar que Juan I pasó por allí Tomado el castillo de Cillorico de la Vera, el Rey don Juan quemó los arrauales de la ciudad de Coymbra, y passó por Leyra a Soria, adonde a la sazón llegó un criado de don Nuño Aluarez Pereira, a quien el rey de Portugal en esta sazón y tiempo, auia hecho y creado Condestable de Portugal, rogando que se escusase la batalla que se esperaua [...] respondió el Rey con mucha prudencia y templança, y pasando adelante con sus gentes se pasó a legua y media de los enemigos [...] alcançaron la vitoria los Portugueses, por la soberuia y desorden de las gentes del rey don Juan, que en poco tuuieron a los enemigos..., lo que fundamenta la presencia de gentes de Soria en Aljubarrota.

En este párrafo, que es efectivamente lo que dice Garibay en su crónica en ese lugar indicado, consta un error de bulto, ya que se dice que el rey don Juan I después de quemar el arrabal de Coimbra pasó por Leyra a Soria.
Ya hemos comentado cómo Soriano Calvo al referirse a la batalla de Aljubarrota, presta atención a un comentario de escaso interés histórico publicado por Llaguno Amirola; pues bien, Llaguno cuenta en su revisión de la crónica del rey Juan I (la de López de Ayala enmendada por Zurita) (capítulo XII, pág.225) cómo éste entró en Portugal y tomó el castillo de Cellorico de la Vera, donde estando en su real otorgó su testamento el 21 de Julio de 1385; después pasó a Coimbra y quemó el arrabal; de allí pasó a Leyra, donde supo que el maestre de Avis (que se llamaba rey de Portugal) estaba en Tomar ordenando sus gentes para la batalla; (pág.226) E llegó al Rey [Juan I] un Escudero del Maestre Davis, é fallóle en un logar de la Orden de Christus, que dicen Soris, é troxole una carta de Nuño Alvarez Pereyra, que su señor el Maestre Davis ficiera estonce Condestable de su hueste, para pedir al rey de Castilla que desistiera de la batalla. Y más adelante (capítulo XIII, pág.227), en esa misma revisión de Llaguno se dice cómo el Maestre de Avis sopo que el Rey de Castilla era ya cerca dó él estaba en un logar que dicen Soris, partió dó él estaba, é vinose para otro logar que dicen Puerto de Moas /.../ E el Rey de Castilla era ya partido de Soris, é era llegado a una plaza que era á legua é media de los enemigos.

Veamos.

En Cillorico de la Vera el rey hizo testamento el 21 de Julio; y, según narra Suárez Fernández ("Juan I", p.159) En las etapas siguientes abandonó el caballo y se hizo transportar en litera; si de aquí se desplazó a Coimbra (a unos 100 Kms.), después a Leyra (Leiria, a 58 Kms de Coímbra), y de Leyra se fue a Soria que está a 580 kilómetros de distancia (todas las distancias en línea recta); puesto que el rey estaba en Aljubarrota el 14 de Agosto ¿viajó más de 1.300 kilómetros en tres semanas?
Si consideramos que además su estado de salud no era bueno, tendremos que admitir que lo que dice Garibay, eso de lo que Soriano se hace eco, es insostenible; y de hecho, si comprobamos las crónicas manuscritas atribuidas a Pero López de Ayala, veremos que tanto en el Mss-1664 como en el Mss-1798 de la BNE se cuenta cómo el escudero enviado para hablar con el rey don Juan fallolo en un logar de la orden de xpos [Cristo] que desian Soris; y en la crónica impresa en 1495 se dice fallo lo en un lugar de la orden de Santiago de portogal que dezian Sori; y a pesar de la discrepancia sobre la orden militar a la que pertenecía el lugar al que fue el rey desde Leyra, Soriano Calvo debería haberse percatado de que no se habla de Soria (la capital castellana). Suárez Fernández (pág.160), a finales del siglo XX, también nombra el lugar como Soris.
Este lugar Soris es identificado por Ximénez de Sandoval como Soure; localidad portuguesa de la que se dice que su castillo perteneció a esa citada Orden de Cristo.
Así pues, ni la cita de Garibay, ni la afirmación de Soriano sirven para fundamentar la presencia de los caballeros de Soria en la batalla de Aljubarrota; presencia sobre la que, sin embargo, no debe caber la más mínima duda.

Y puesto que se estaba actualizando el texto de Martel, no hubiera venido mal indicar la correspondencia de los lugares que citan las crónicas con sus nombres actuales en portugués; así podríamos reconocer que:

Cellorico de la Vera  es  Celorico da Beira //Coimbra  es  Coímbra
Leyra  es  Leiria //Tomar  es  Tomar
Puerto de Maos (o de Moas)  es  Porto do Mós //Soris  es  Soure
El lugar de la batalla de Aljubarrota  es  Batalha

Interpretación de algunas palabras antiguas

No está de más, por supuesto, que en la actualización de un texto se añada el significado de algunas palabras en desuso, ahora bien, puesto que todo el contexto lingüístico en el que están incorporadas está asimismo en desuso (por eso se actualiza), pueden darse interpretaciones erróneas, puesto que la evolución del lenguaje hace que una misma palabra hoy día tenga diversos significados, no siempre acordes al que tuvo en otros tiempos; por lo tanto se debe considerar, si no encontramos una acepción que encaje en el texto, si el original puede tener algún error de escritura, o si la misma fue diferente en aquella época.

● Martel (f.41) habla 'De la casa de los Veras', y cuenta cómo El rey don Sancho de Navarra llamado el Mayor tuvo un hijo natural que tuvo por nombre el infante don Ramiro, y otros tres legítimos en la reina doña Elvira su mujer, que los nombran don García, don Fernando y don Gonzalo. Después de narrar cómo el rey, al partir a Córdoba contra los moros, dejó mandado que nadie sacase de la caballeriza un caballo determinado; y cómo el infante don García (su hijo mayor) habiendo pedido a su madre que le dejase montarlo, y habiéndoselo negado la reina, en connivencia con sus dos hermanos montaron un testimonio falso acusándola de adulterio. Prosigue el relato: (f.41v)

Y junta toda la corte sobre caso tan grave fue determinado en ella que la reina salvase su honor por Juicio de Batalla poniendo por su parte un caballero que la defendiese contra el infante don García su hijo /.../ (f.42)
En esta ocasión no se hallando quien saliese a la causa y al partido de la reina doña Elvira, el infante don Ramiro como noble y valeroso caballero se ofreció a defender la honestidad de la reina contra los infantes sus hermanos. /.../
Determinado el campo, señalado el día, la Corte ya a la mira, y los jueces presentes, entró don Ramiro en la estacada en un hermoso caballo con una testera de punta y todo él defendido con una armadura de escamas de hierro; su persona armada de buenas armas, con unas sobrevistas azules sembradas de veros de plata, llevaba por cimera un águila de oro y en el pico una letra que decía "Veritas vincit", la verdad es la que vence.
Hechos pues los autos necesarios del desafío, y ofrecida su persona al juicio y trance de las armas, estando esperando que entrasen los hermanos, quiso Dios estorbar la batalla manifestando por otro camino la inocencia de la reina, porque un santo monje del monasterio de Nájera (según cuenta la General) oyó de confesión a los infantes acusadores, los cuales arrepentidos mucho de lo hecho y conociendo su culpa, le dieron licencia para que pudiese descubrir la verdad, y decir su malicia, y cómo la reina su madre no era (f.42v) culpante en cosa de la acusación.

Hemos resaltado en el texto de Martel la palabra "sobrevistas" ya que en la 'Actualización' Soriano Calvo añade una nota (la 1958) en la que consta: Según nuestro Diccionario de la RAE, "sobrevista" tiene, entre otras acepciones, la de "plancha de metal a modo de visera, fija por delante al borde del morrión". Y asimismo la RAE define el morrión como armadura en forma de casco, que cubría la parte superior de la cabeza y que en lo alto solía tener un plumaje o adorno (la cimera).
Podemos observar en la imagen que presentamos, capturada en "palabraria.blogpost.com", cómo difícilmente la sobrevista podría haber ido adornada de azul con veros de plata.

Sin embargo, si buscamos en el Diccionario de Autoridades "sobrevesta" la define como: Casacón, o casaca que se pone sobre lo demás del vestido; en la actualidad la RAE nos remite a "sobreveste" que es: Prenda de vestir, especie de túnica, que se usaba sobre la armadura o la vestimenta; y es a esta prenda (la llamemos de una forma u otra) a la que hace referencia el manuscrito de Martel.
Sólo así podemos concebir la llamativa vestimenta que portaba el infante don Ramiro cuando se presentó al juicio de batalla; en cuyo recuerdo los del apellido Vera lucen los veros, el lema Veritas vincit, e incluso un águila, en sus blasones.

Adjuntamos la imagen de una sobrevesta, capturada en la página web de espadasymas.com, retocada para que aparente ser de azul y veros de plata (y no al contrario); tan sólo para dar una idea de a qué nos referimos. Componemos una sobrevesta siguiendo el diseño indicado por Ferrand Mexía en "Nobiliario Vero" (1492) para los veros, y otra con diseño más actual; pero insistimos en que tan sólo se pretende aclarar que el infante don Ramiro no lució dichos veros en una sobrevista sino en una sobrevesta o sobreveste.


● Martel cuenta la muerte de Hernán Martínez de San Clemente y de su hijo Alonso, a manos de Juan de Barnuevo, y narra el asesinato de Alonso diciendo: (f.48v)

... declara el testigo que hacía luna clara, y que desde una ventana vio cómo sacaron a la calle a Alonso de San Clemente, y el Juan de Barnuevo echó mano a un puñal y le fue a dar un golpe, mas túvole el Alonso de San Clemente el brazo, y a esto acudió la otra gente y le dieron tres cuchilladas en el muslo derecho, y dijo el herido a voces tres veces ¡Confesión, confesión! Y luego el Juan de Barnuevo le dio una puñalada por la tetilla derecha de la cual cayó en tierra, y allí le degolló el Barnuevo, y le dio otras dos puñaladas a manteniente por la degolladura. Dejándole muerto a la puerta de su casa, se entraron adentro y le saquearon y robaron la casa, y se llevaron cuanto en ella había.
Y testifica el dicho hombre que hallaron en plata cosa de cuarenta marcos, y en la caballeriza tres caballos de la brida y uno de la jineta, y dos mulas de silla, y tres acémilas y un asno...

Sigue el relato, pero lo que nos interesa son los términos que hemos resaltado.

- A manteniente. Soriano indica (nota 2151) que la RAE sigue recogiendo Manteniente con la acepción de "en el momento" o "al instante", lo cual es correcto. Sin embargo "A manteniente" no tiene la "a" porque la añadiera Martel, sino porque es una expresión a la que la misma RAE da el significado de: Con toda la fuerza y firmeza de la mano. Con ambas manos.
Y si comprobamos el "Tesoro" de Covarrubias, en el término Mantiniente dice: Herir a mantiniente es descargar el golpe de alto a bajo con ambas manos; siendo éste, en mi opinión, el significado que tiene en el contexto indicado: y allí le degolló el Barnuevo, y le dio otras dos puñaladas a manteniente por la degolladura, poniendo de manifiesto la mala saña de la acción: después de degollarle le asestó otras dos puñaladas, de arriba abajo con ambas manos, por la degolladura.

- Caballos de la brida y de la jineta. Nuevamente Soriano incorpora una nota (la 2154) en la que nos dice cómo en el manuscrito consta "gineta", y que: Actualmente, la forma "gineta" solo se usa para designar a dicho animal, y no para el uso de una cabalgadura para la mujer, sentido en que se usa habitualmente y supongo, se usa en esta forma aquí. Es de advertir que la palabra "jinete" procede del árabe-hispano "zeneta", por la tribu bereber.
Soriano no actualiza gineta a jineta (como hemos hecho nosotros), y éste parece ser el motivo por el que tan sólo conoce el uso de una cabalgadura para la mujer (que no sé si será así o no), pero desde luego no es a eso a lo que se refiere quien hace el relato de aquellos hechos.
En el Diccionario de Autoridades encontramos:
Gineta: Cierto modo de andar a caballo recogidas las piernas en los estribos, al modo de los Africanos.
La RAE define, además de otras acepciones:
Jineta: De jinete. Arte de montar a caballo que, según la escuela de este nombre, consiste en llevar los estribos cortos y las piernas dobladas, pero en posición vertical desde la rodilla. Montar a la jineta.
Brida: Arte o modo de andar a caballo, cuyo ornato era distinto del que hoy se usa
A la brida: A caballo en silla de borrenes o rasa con los estribos largos
Y si comprobamos el "Tesoro de la lengua" de Covarrubias, nos dice:
Brida: Es nombre francés. Bride, vale el freno del caballo, o las riendas que están asidas de él. Estos frenos tienen las camas en que asen las riendas muy largas, y ellos en sí tienen mucho hierro y como en España se usó la gineta, género de caballería africana, con frenos o bocados recogidos, y estribos anchos y de cortas aciones*; a estos llamaron jinetes, y a esos otros bridones, los cuales llevan los estribos largos, y la pierna tendida, propia caballería para hombres de armas. (*Ación: la correa de donde cuelga el estribo)
Ginete: Hombre de a caballo, que pelea con lanza y adarga, recogidos los pies con estribos cortos que no bajan de la barriga del caballo. Esta es propia caballería de Alarabes...
Por donde se ve, cómo tanto la brida como la jineta eran maneras de guerrear a caballo.

A modo de conclusión

Hemos presentado algunas advertencias para aquellos que hayan leído, o lean, la "Aproximación a la historia de la localidad de Soria. Estudio y actualización de la obra «De la fundación de Soria. Del origen de los doce linajes y de las antigüedades de esta ciudad. Por el mismo Miguel Martel natural de Logroño autor de la Numantina. Dirigido a los doce linajes de Soria»", de Gilberto Soriano Calvo, obra que para algunos contiene hipótesis de extraordinario valor pero que yo, en mi ignorancia, no alcanzo a entender en qué campo, porque en lo referente a la actualización del contenido del Mss-3452 no ha estado muy acertado; y si a lo que hemos expuesto le añadimos que algunas de las transcripciones incorporadas contienen los suficientes despistes como para no reproducirse en ningún trabajo serio sobre el tema, nos queda un texto para entretenerse.

No sé si será muy ortodoxo en el ámbito universitario el lanzar hipótesis insostenibles para que sea otro el que las trabaje. ¿Ha servido para algo la lectura, y análisis, del texto publicado por Soriano? Por supuesto que no.
Se ha aquilatado un poco más la fecha de redacción del manuscrito original, que yo decía que no podía ser anterior a Julio de 1591, último documento que conocemos firmado por el escribano del Linaje de Calatañazor, y que ahora podríamos dejar en Octubre de ese año 1591, fecha en que murió Rodrigo Zapata, pero para fijar la datación lo primero que habría que hacer es comprobar cuándo falleció Nicolás de Poveda, porque cuando yo revisé aquella época (hace una década) ni recogía ni daba importancia a noticias que más tarde empecé a recopilar. Y en cualquier caso ¿de qué sirve lo que se pueda decir si doctos doctores animan a decir lo contrario simplemente porque sí?

Sobre que el Mss-3452 no sea el texto original de Martel, cosa que parece tener tanta importancia, ya decía Anastasio Rojo ("Manuscritos y problemas de edición en el siglo XVI") que Obras no impresas pudieron ser copiadas y guardadas por los curiosos en sus bibliotecas, pero ello no implicaría que en esos libros de mano se alterara el texto del original, salvo posibles errores de copia; y por esa misma razón a mí no se ocurriría pensar que un Quijote no fuera el escrito por Cervantes por haberse publicado en el siglo XX.

Ahora bien, con esto no valoro, ni pretendo valorar, otros trabajos de Soriano Calvo, tan sólo me refiero a éste y sólo en lo referente al reiteradísimo manuscrito; haciendo constar que si yo no hubiera publicado nada sobre Martel, Mosquera y sus Numantinas, no hubiera perdido el tiempo con este artículo con la cantidad de cosas inéditas que aún quedan por contar sobre la Historia local de Soria, aunque en esta capital lo único que se valore oficialmente sea la novela histórica.

Textos y comentarios complementarios

(1)

Milagros de la imagen de Nuestra Señora de Vico

Contados por fray Lorenzo Carrillo en "Compendio Histórico de Nuestra Señora de Vico" (p.22 a 24)

Por orden del Sr. Conde de Haro fue aprisionado Juan Martínez, vecino de Arnedo, en la fortaleza de Saja, distante quince leguas de Vico. Era devotísimo de este santuario, y reflexionando el primer viernes el miserable estado de sus prisiones, exclamó a esta Madre Divina, diciendo: ¡Oh María! Bien sabéis, Señora, lo devoto que fui siempre de vuestra santa casa, y que todos los sábados oía vuestra misa. ¡Oh quién la oyera mañana! ¡Cosa maravillosa! Llegó la mañana, y sin saber cómo, se halló en Vico junto al altar de Nuestra Señora, al mismo tiempo que salía a cantarle la misa el prelado, quien (como otros) lo vio y conoció.
Entró el alcaide de Saja al mismo tiempo a reconocer su preso, quien recibió mucha pena al ver que no lo encontraba. Pero no hallando indicio de quebrantamiento ni fuga, volvió a registrar la estancia y halló con sus prisiones al hombre conforme lo dejó la noche antecedente. Preguntóle que en dónde había estado, y habiendo respondido el preso que oyendo la misa que en la capilla de Nuestra Señora de Vico había cantado el prelado del convento, reflexionó el caso, y viendo que en realidad había faltado el preso, se llenó de asombro.
No fue menos la admiración del guardián y religiosos del convento, al notar su desaparecimiento tan pronto, y más cuando oían que estaba preso y que su proceso no se había acabado.
Pero Dios que todo lo disponía para su gloria, y de su Madre en esta imagen soberana, lo ordenó todo con tal sabiduría, que careando los testimonios, hizo su declaración el devoto reo, y se conoció con evidencia el milagro.
Hizo la información de este prodigio el doctor Miguel Martel, ante el secretario Juan Pascual, y para memoria se conservan hoy los grillos del preso en el Camarín de la Iglesia.

Enfermó Domingo Juaristi, llegando hasta las fauces de la muerte, mejoró luego; pero no tan del todo que no quedase mudo /... después de una misa en la capilla de la imagen, volvió a hablar.../. Hízose por los religiosos solemne procesión en acción de gracias, y de todo recibieron información los referidos.

En el año de mil seiscientos cinco, por el mes de Marzo, cayó en el río Molinar, que llaman de los Caños en Arnedo, una niña de tres años y medio. Va conducida la agua por donde cayó la niña, como doscientos pasos debajo de tierra, en cuyas concavidades estuvo algo más de media hora. /... la invocación a Nuestra Señora de Vico hizo aparecer a la niña sana y salva.../

(Transcripción con grafía actualizada; los subrayados, y la división en párrafos del primer milagro, no constan en el original)

Como se puede observar, el llamado milagro de Vico en realidad no se trata de una biubicación o bilocación, ya que el preso no estuvo simultáneamente en la capilla y en la cárcel, sino que fue transportado de un sitio a otro.
Por otro lado, no queda claro si la información que tomó el doctor Miguel Martel ante el secretario Juan Pascual fue relativa a los tres milagros; ni tampoco si la misma se llevó a cabo en el citado año 1605; pero tampoco tiene mayor interés ya que estos hechos tan sólo son una anécdota que afecta a uno de los varios Miguel Martel documentados desde principios del XVI a los del XVII.

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(2)

La Colegiata de Soria
Sus orígenes.- Hundimiento del templo Románico

Por Víctor Higes Cuevas
(Celtiberia nº22, pág.217)

(p.222)
Hundimiento de la primitiva Iglesia Románica

Los historiadores sorianos, al hablar de la Colegiata, nos (p.223) dan fechas dispares y en desacuerdo, sobre el año en que tuvo lugar el derrumbamiento de su primitiva iglesia románica, y lo más curioso es que -a nuestro parecer- ninguno acertó a señalarlo con exactitud. En efecto, Loperráez, como veremos, consigna en el año 1531; Rabal nos señala en su obra, dos fechas distintas, pues en un lugar anota el año 1526 y en otro el de 1531; Gaya Nuño apunta el de 1520; Mélida, en 1526; Taracena y Tudela lo fijan en 1520; el Racionero Marrón, a quien de propósito hemos dejado el último, aunque cronológicamente fué el primero en escribir sobre la Colegiata, no declara la fecha en su citado Manuscrito, aunque podemos conjeturarla con bastante exactitud por el siguiente párrafo.

«Está caída, se pretendieron subir a San Gil y de acuerdo del Cardenal de Santa Savina, Don Gª de Loaysa y concierto con el Ayuntamiento y Ciudad y aún Clerecía, en efecto la Iglesia se pasó a San Gil, y se llamó Ntra. Señora la Mayor, que es hoy a la plaza Mayor y mercado; pero por no cumplir el Ayuntamiento y el Cardenal Loaysa, la Iglesia se volvió a su Iglesia caída y sitio, en un paño de la Claustra, bien que antes se hicieron muchas diligencias con el Emperador Carlos V y con el Papa Adriano...» (Para que la ciudad hiciese lo prometido.)

Es indudable que si el Obispo García de Loaysa regentó nuestra Diócesis desde 1525 a 1532, aunque bien marchó a Roma a últimos de 1530, apenas recibido el capelo cardenalicio, es presumible, lógicamente pensado, que Marrón pretende fijar la caída de la primitiva Colegiata, alrededor de 1525 o poco antes y que volvió a su Claustro sobre 1530. Pero, esto supuesto, ¿Cómo compaginar que se hicieran diligencias para continuar en la Mayor, con el Papa Adriano VI, que como sabemos, subió a regentar la silla de San Pedro en 1523, ocupándola apenas un año? (p.224) ¿Cómo suponer que, fracasadas las diligencias, volvieran a su antigua residencia, celebrando los cultos en un paño de la claustra hasta 1544, en que en los libros capitulares de su[s] Cabildos se habla de reedificarla?

La única contestación a estas y otras interrogantes que podríamos formular a la vista de cuanto escribió Marrón, es el de que su Manuscrito está plagado de errores y confusiones, ya que dejándose guiar, sin duda, por la memoria e imaginación de lo que había oído, escribió confundiendo conceptos, hechos y fechas, como luego veremos; cuyas equívocas manifestaciones siguieron después Loperráez, Tutor y Malo y Rabal y demás historiadores que de ellos copiaron.

::::: (p.225)
Pues bien, nuestras investigaciones en el archivo de la Concatedral y en otros, nos han hecho ver, que la verdad cierta fué, (p.226) que la primera traslación de la Colegiata a San Gil, como indicábamos al hablar de esta Parroquia, se hizo en 1523, y no porque la Iglesia de abajo se hubiera hundido, sino por ser sitio más céntrico, permaneciendo cinco años, hasta que en 1527 volvieron a San Pedro, no a causa de que el Ayuntamiento y el Cardenal Loaysa dejaran de cumplir los tratados que para su traslado habían hecho y concertado, y de los que dimos entonces detalles; ya que su retorno fué ante el temer (sic) a que los Agustinos se apoderasen de ella, en virtud de un concierto que con estos religiosos habían hecho; permaneciendo luego en San Pedro incluso después de su hundimiento, en la claustra primero, y trasladándose después a la Parroquial de Nuestra Señora de Cinco Villas, no haciéndose el segundo traslado a la Mayor, hasta mucho más tarde, cuando la Colegiata estaba reconstruida e incluso asentado el nuevo retablo, faltando solamente por edificar la torre y alguna capilla, en tiempo del Obispo Velázquez, exactamente el 16 de octubre de 1580; y no en 1582 como indica Loperráez.

La causa del hundimiento, al decir de Marrón fué debida a que: «... a instancia de una dignidad y un canónigo, por hacer un altar de Nuestra Señora en colateral, junto a un pilar, aunque el cantero dijo que no se atrevía, se quitó el pilar y cayó la Iglesia toda...»

Esta capilla, según vemos en las actas capitulares del Cabildo, y se desprende de otros instrumentos examinados en el archivo de Protocolos, tuvo que ser la capilla cedida a los Santa Cruz en 1540, de la cual se concertó escritura de cesión y traspasación ante Juan Bautista de Soria, escribano público de esta ciudad, y tras la cual se les dió licencia en 9 de abril, para abrir los cimientos; y a consecuencia de esta obra iniciada, entrado el (p.227) año 1543, se fué abajo la torre y cimborrio de la románica Iglesia.

El Cabildo ante semejante desgracia y contrariedad, se reunió en 7 de marzo de 1544, estampando en el libro capitular el siguiente acuerdo:

«... dijeron y ordenaron que pues Dios ha sido servido que la torre y cimborrio de esta Santa Iglesia se ha caído y la dicha Iglesia está abierta y de manera que si los dichos Señores, si de presente no diesen orden en la reedificación de ella, el culto divino recibiría mucho detrimento; y porque todos juntos no podrían dar tan brevemente la orden que para ello conviene, para que Dios de ello sea servido, y la dicha Iglesia en breve se torne a reedificar, dijeron que diputaban y diputaron para lo sobre dicho, y todo lo a ello anexo y perteneciente, y para tratar y concertar con los Señores del Ayuntamiento lo que en servicio de la dicha Iglesia fueren servidos de hacer, a los Señores Don Fernán Diáñez de Morales, Deán, Don Juan de Aguilera, Maestro-escuela, y Antonio Rodríguez de Santisteban y Francisco de la Cámara, Canónigos; a los cuales los dichos Señores, para lo sobre dicho, dieron todo su poder cumplido, en forma como para tal caso se requiere. Y rogaron al Sr. Chantre lo firmase de su nombre. El Chantre de Soria»
(N.A.- Hemos corregido con letra cursiva algunas diferencias de la transcripción de Higes y el acuerdo capitular original)
(Volver al texto)
(3)

El cabildo de San Pedro se traslada a Cinco Villas
(Libro de acuerdos del cabildo de la Colegial de San Pedro)

Cabildo del viernes 17 de Octubre de 1544
Este dicho día los dichos señores dijeron que por cuanto esta iglesia de San Pedro está caída, y ellos hasta ahora han hecho el oficio divino en la claustra de ella pensando poder estar en ella, y ahora, por ser ya el invierno tan cerca no se puede celebrar por la mucha frialdad y aires, y también porque sus personas reciben detrimento, ordenaron que se hayan de pasar y pasen a la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Cinco Villas a decir las horas y oficios divinos. Y esto que sea por el tiempo que al dicho señor deán y al cabildo, o a la mayor parte de él, pareciere que se puedan tornar a la dicha su iglesia de San Pedro; lo cual puedan hacer por su propia autoridad sin otro mandamiento ni licencia alguna, pues por su propia autoridad ahora hacen la dicha mudanza por los dichos inconvenientes que hay, con tanto que ante todas [las] cosas en la dicha iglesia de San Pedro queden las personas que cumplan para el servicio de ella, por manera que la dicha iglesia en tanto que los dichos señores estén fuera, sus conciencias estén bien saneadas. Y porque no hay en la dicha iglesia lugar convenible para estar en capítulo, así para estar como para ver la obra de la dicha iglesia, los viernes ordenaron que hayan de venir a capítulo a la dicha iglesia. Esto se entienda no siendo fiesta de guardar; y si [lo] fuere sean obligados a venir el sábado; y en cuanto a lo de venir a cabildo los viernes que esto sea a su voluntad. Y la mudanza se haga otro día después de los finados.

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Escribanos del Linaje de Calatañazor en la época de Martel

Cuando Martel habla de los incorporados en el Linaje de Calatañazor dice: Por muerte del escribano de este linaje no pude haber el libro para informarme de las personas que estaban en este linaje fuera de las dichas. (f.59v)

Veamos qué sabemos de los escribanos del Linaje de Calatañazor correspondientes a la segunda mitad del XVI y principios del XVII.


En la noble ciudad de Soria, a diez y ocho días del mes de Noviembre de mil y quinientos y sesenta y seis años, estando en la iglesia de Nuestra Señora de Calatañezor [sic] de la dicha ciudad, el muy magnífico señor Juan de Briceño Osorio, corregidor en la dicha ciudad y su Tierra por su majestad, y estando presentes los caballeros hijosdalgo del Linaje de Caltañezor [sic] que pudieron ser habidos, que es la iglesia donde se junta el dicho Linaje y tiene de costumbre de se juntar para las cosas tocantes al dicho Linaje todos llamados, los de la Tierra de esta ciudad por mandamiento del dicho señor corregidor, y los de esta ciudad que pudieron ser habidos, llamados y munidos por mí Francisco de Trujillo, escribano público del número de la dicha ciudad y de los hechos del dicho Linaje, los cuales han sido llamados y munidos para elegir y nombrar procuradores [sic] de cortes que vaya por el dicho Linaje... [Audiencia-5049-19]

En las ruedas de los Linajes que inserta Alonso Ramírez en sus manuscritos de 1571 y 1578, consta como escribano de este Linaje de Calatañazor el dicho Francisco Trujillo (ADL doc.22 y 35), que como hemos comprobado ya lo era en 1566.
Ante Trujillo se hace la junta del Linaje del 14 de Julio de 1583 (Audiencia-5049-19), y asistió a la junta del Común del 14 de Septiembre de ese año 1583 (Común). Así pues, si fue escribano del Linaje desde 1566 hasta 1583, Martel no puede referirse a él en las fechas propuestas por Soriano Calvo, porque tanto en 1567 como en 1581 Trujillo estaba vivo.
El reiterado Francisco Trujillo renunció su oficio en Juan Núñez; el cual por estar 'indispuesto' renunció a su vez en favor de Nicolás de Poveda el 3 de Marzo de 1584. (PN-63-144-399 y PN-122-253-480)
La Ciudad presentó súplica al rey a favor de Juan Núñez, y éste obtuvo el correspondiente título, como consta en la carta de poder que otorgó el Ayuntamiento el 6 de Marzo de 1584 para pedir en el Consejo Real que no se le diera el título a Poveda mientras que Núñez no cumpliera con el formulismo de renunciar el oficio en manos de la Ciudad, y que fuera ésta la que hiciera la súplica al rey para que concediera el título a Poveda; constando entre los acuerdos del 27 de Abril de ese año cómo el dicho Poveda presentó el título real y fue recibido en el Ayuntamiento como escribano del número de Soria. (AHM)
De hecho ya nos consta como escribano del Linaje en Julio de dicho año: (Entre corchetes el texto perdido por deterioro del documento) (Audiencia-5049-19)

En la noble ciudad de Soria [a] tres días del mes de Julio de mil y quinientos y ochenta y cuatro años, estando juntos los caballeros hijosdalgo del linaje de Calatañazor que pudieron ser habi[dos], en presencia de mí Nicolás de Poveda, escribano de s[u majestad] y público del número antiguo de la dicha [ciudad] y de los hechos y negocios del dicho linaje...

El último acuerdo del Linaje de Calatañazor que hemos localizado firmado por Nicolás de Poveda es del 12 de Julio de 1591. (Audiencia 5051)

Puesto que las renuncias del oficio se hacían en vida.
Y puesto que, como hemos dicho, Trujillo renunció en Núñez, y éste renunció en Poveda; no hubo vacío en la escribanía; siempre hubo un titular vivo de la misma hasta el fallecimiento de Poveda antes de fin del año 1591, ya que la junta del 31 de Diciembre de 1591 se celebró ante Domingo Gutiérrez, que no se declara como escribano del Linaje (sus protocolos llegan hasta 1625, luego tampoco es éste el escribano fallecido que refiere Martel); aunque no podemos seguir la secuencia del Linaje, puesto que faltan las actas hasta 1597.

Ahora bien, sabemos que la escribanía la compró Alonso de Santisteban, ya que el 31 de Mayo de 1601 Antonio de Poveda, clérigo presbítero, declara que: (PN-316-603-15)

como heredero que soy y quedé de Nicolás de Poveda, escribano que fue del número de esta ciudad, mi sobrino ya difunto, cuya herencia tengo aceptada, y si es necesario [de nuevo] acepto, otorgo y conozco por esta presente carta y digo, que por cuanto yo y María de la Poveda mi sobrina vendimos el oficio de escribanía del número antiguo de esta ciudad que dejó el dicho Nicolás de Poveda a Alonso de Santisteban...

Así pues, queda claro que Nicolás no renunció el oficio en favor de nadie; a su muerte la escribanía quedó vacante a disposición de sus herederos, los cuales no permitirían (ni tampoco el corregidor) el acceso a los documentos hasta haberse concertado con algún escribano su tenencia por alquiler, o su venta como al final hicieron.

Aunque Santisteban falleció en 1622 (PN-420-742-17), esta escribanía sólo la sirvió hasta 1604 aproximadamente, vendiéndosela a Hernando Zapata que a su vez se la vendió a Simeón Navarro en 1609 (que la ejercerá hasta 1636 (PN-426-748)) con todos sus papeles y registros y con el libro de los hechos del linaje de Cañatalazor (sic) anejo al dicho su oficio, que lo hubo y compró de Alonso de Santisteban (PN-103-229-154); noticias que nos aportan la suficiente información para comprobar cómo el libro del Linaje iba pasando de uno a otro escribano; y puesto que todos los traspasos fueron por renuncia de unos a otros, excepto el de Poveda a Santisteban que fue por vacación (quedó vacante) por fallecimiento; cuando Martel dice: Por muerte del escribano de este linaje no pude haber el libro para informarme de las personas que estaban en este linaje, sólo puede estar refiriéndose al dicho Nicolás Poveda.

Así pues, me ratifico en que el Manuscrito de Martel no puede ser anterior a la fecha del último documento firmado, que conocemos, de Nicolás de Poveda, a falta de la fecha de su fallecimiento; porque, sin duda, es a él a quien hace referencia el autor de "La Numantina".

Ahora bien, por las alusiones al limosnero don Rodrigo Zapata hechas en pasado (f.24), si éste falleció en Octubre de 1591, el reiterado Mss-3452 no podría ser anterior a esta datación, que se mantendría en el rango de 1591 a 1593 que ya propusimos en nuestros artículos anteriores.

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Lo que cuenta Martel sobre la batalla de Aljubarrota
("De la fundación de Soria...", folio 106v)

(Transcripción con grafía y puntuación actualizada)

Batalla de Aljuba Rota
El año de 1385, reinando en Castilla don Juan el 1º, fueron los de Soria a le servir en la jornada de Portugal donde fue la desgraciada batalla de Aljuba Rota, que la crónica de este rey, año 7 capítulo 14, por otro término llama la batalla del Trancoso.
La ocasión de esta guerra fue que el rey don Juan estaba casado con la infanta doña Beatriz, hija del rey don Fernando de Portugal, y el casamiento se hizo debajo de [la] condición que los hijos de este matrimonio heredasen el reino de Portugal.
Murió el rey don Fernando de Portugal, y fue el rey don Juan a tomar por doña Beatriz su mujer la posesión del reino. Los portugueses se pusieron en defensa habiendo levantado por su rey a don Juan de Avis.
Juntáronse los ejércitos y vinieron a darse batalla en un campo que estaba cercano a la aldea llamada Aljuba Rota, y al lugar que dicen Puerto de Maos. Diose la batalla un lunes por la mañana víspera de la Asunción de Nuestra Señora año del redentor de 1385, y declarose la victoria por los portugueses.
Murió (f.107) en ella mucha caballería de Castilla, y quedó mucha presa; y en conclusión buena, una rota y pérdida absoluta, porque iba allí todo lo bueno del reino.
Y así el Papa Clemente Séptimo envió persona y carta suya desde Aviñón (donde a la sazón estaba) al rey don Juan consolándole en fortuna tan adversa. Que aunque no se pierde reputación cuando las armas hacen su deber, piérdense personas, y síguense daños que causan a los príncipes pena y sentimiento.
La causa de la rota de esta batalla
La causa de este suceso desgraciado, dice Esteban de Garibay, libro 15 capítulo 24, que fue lo que contiene el proverbio castellano "Quien a su enemigo popa [desprecia] a sus manos muere"; porque dicen que los castellanos entraron en la batalla con menosprecio y desestima de los portugueses. Con esta causa (que se puede presumir la hubo), se juntó otra más militar y más cierta que la pone la misma crónica del rey don Juan, año 7 capítulo 13.
Y fue que, por la disposición de la tierra y situación del lugar, se formó el campo de tal forma que no pudo pelear la batalla del cuerno derecho, que la impedía un monte opuesto por delante.
Y en el consejo de guerra que se tuvo antes de dar la batalla, en el cual se hallaba en servicio del rey don Juan un capitán extranjero, hombre de larga experiencia y grande cabeza, resistiendo a los contrarios pareceres de los capitanes, resolutamente aconsejaba al rey [que] no diese la batalla hasta mejorarse en alojamiento, porque sin duda se perdería, (y la razón era la que está dicha), que por lo que tocaba a su gente seguro tendría su negocio.
Y así sucedió por dejarse el rey llevar de otras sentencias.
Por ser una batalla (f.107v) de tanta suerte y tanta fortuna, es dictamen de los buenos militares que el General ha de excusar el darla cuanto le fuere posible, procurando gastar y deshacer al enemigo poco a poco por otros caminos. Y dan los antiguos por ejemplo a Quinto Fabio Máximo (como Cicerón en libro 2 "De los Oficios", y Julio Frontino libro 1 de sus "Estratagemas" capítulo 3) que con este modo de guerra ganó renombre de cuntador [sic] y de gran capitán entre los romanos.
En un papel bien escrito del cual me he servido en otros puntos, se dice que la segunda destrucción de Soria, después de la que hizo la justicia del rey don Alonso el Onceno, fue la de esta batalla, porque murieron en ella todos los que fueron de Soria; y un mancebo de los que escaparon y vino con la nueva, no osando entrar en la ciudad, salió a él su padre luego que supo de su venida, y diciéndole: Hijo no es posible que vos entrásedes a pelear en la batalla donde tanto bueno quedó! No debíades vos acá venir! Y teniendo por afrenta su vuelta, diciendo estas palabras echó mano a un puñal y lo mató do está hoy el mojón cerca de San Francisco, donde dice: Aquí mató el padre a su hijo que trajo la nueva de Aljuba Rota, que son las palabras de la relación antigua.
Y en el capítulo 8 de la Crónica de Santiago se cuenta cómo murió en esta batalla Juan Ramírez de Arellano señor de los Cameros, el cual iba por general de la gente de Rioja, Soria y otros lugares.
Por haber sido ésta la más importante y notable victoria que portugueses ganaron a castellanos, ha sido solemnizada en Portugal, y celebrada con fiesta y predicación de (f.108) cada año.


En la relación que hace Martel se explica cómo se aconsejaba al rey don Juan que esperara y no diera la batalla en aquel emplazamiento, y por no esperar se perdió. A cuenta de esto el cronista riojano nombra a Quinto Fabio Máximo que ganó el apelativo de cuntador, renombre del que Soriano Calvo dice (nota 3895): Posiblemente "contador" o tesorero.
Sin embargo, escribía Quevedo en "Política de Dios, y Govierno de Christo, II Parte": ("Obras de don Francisco de Quevedo...", pág.525)

esta doctrina de la paciencia militar, un ejemplo de los romanos es quien mejor la enseña. Quinto Fabio Máximo (llamado El Cuntador, el Detenido, que en sustancia es El Sufridor) conociendo la valentía, y astucias de Aníbal, y que si recibía batalla, o si se la daba, se perdía, aconsejado con la paciencia, le llegó a desesperar. Los bachilleres en el Senado llamáronla cobardía; enviaron otro, que alternativamente mandase con él; éste de impaciente dio la batalla de Canas, y perdiose con toda la nobleza romana, sólo por haber perdido la paciencia con que Quinto Fabio vencía sin pelear.

Que es lo mismo que cuenta la crónica de Ayala que sucedió en Aljubarrota, y nos resume Martel.
Y si recurrimos a la cita de Cicerón que hace el dicho Martel, si bien no la he encontrado en el capítulo que él indica, sí nos dice: Este Fabio, aunque era harto viejo, hacía sus guerras como si fuera mancebo, y con su paciencia ablandaba la juvenil soberbia de Aníbal. ("Libro de Marco Tvlio Ciceron...", pág.202)

Hay diversas fuentes, especialmente las modernas, que denominan al dicho Quinto Fabio Máximo: "Cunctator", dándole el significado de "lento en el obrar", "el que espera" o expresiones similares, que hacen mención a su paciencia; y aunque tal vez alguien pudiera considerar que Quevedo no sea la fuente histórica más adecuada, le hemos citado por utilizar el término "cuntador" que indica nuestro cronista.

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Dataciones de la pelea o batalla de Trancoso

Ximénez Sandoval en "Batalla de Aljubarrota...", después de describir el descalabro de la que llama acción o batalla de Trancoso, en la página 68 dice:

Respecto a la fecha de esa acción hay variedad de opiniones: Ayala, Mariana y otros historiadores la ponen en el mes de Julio; Froissart, con inconcebible absurdo, en un miércoles de Octubre de 1384; Fernán López y la Monarquia lusitana en el mes de Mayo, sin señalar el día; D.Juan Bautista de Castro en su Mapa de Portugal, en el día mismo de San Marcos, que cae a 25 de Abril, a menos que quisiera decir San Marco, que es el 18 de Junio; y el Dr.Narbona en la expresada Historia de Don Pedro Tenorio la da como acontecida en Junio.

A pesar de esta variedad, que incluimos como curiosidad y aviso de lo que nos podríamos encontrar, Carmen Batlle, en "La fecha de la batalla de Trancoso (29-5-1385)" (Anuario de Estudios Medievales, Tomo 3, 1966, pág.525) nos proporciona esta citada fecha del 29 de Mayo de 1385, que es la que encontraremos indicada si buscamos en la Red.

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Referencias y Bibliografía

Cuando sólo figura una fecha de acuerdo hace referencia a los del Ayuntamiento municipal;
AHM - Archivo Histórico Municipal; Acuerdos del Ayuntamiento de la fecha que se indica
ADL - Archivo Histórico Municipal; Archivo Doce Linajes
Común - Archivo Histórico Municipal; Acuerdos del Común de la fecha que se indica
Audiencia - Archivo Histórico Provincial de Soria; Audiencia -caja-carpeta
PN - Archivo Histórico Provincial de Soria; Protocolos Notariales -caja-volumen-folio

Bibliografía que se cita o se ha consultado

(Pudiera darse el caso de que algunas de las fuentes digitales consultadas en 2014 hoy día no estén disponibles en la misma dirección)

Historia de Soria
soria-goig.com
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Texto y transcripciones: José Ignacio Esteban Jauregui   (Septiembre - 2022)

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