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		un paseo por los pueblos de Pinares de Soria. La nieve, el verdor de los 
		pinos por donde se entremezclan los marrones de los robles y hayas, el 
		frescor en verano gracias al pantano, a la Laguna Negra, a los ríos, a 
		los Picos de Urbión. Es la comarca de Soria que pierde menos población 
		(aunque también pierde), consecuencia de la Carretería, a su vez, causa 
		de haber primado, desde siempre, monte y pastos, ya que las 
		características del suelo y el clima no favorecían el cultivo del 
		cereal. El monte, imprescindible en el mundo de la Carretería, ha sido 
		no ya cuidado, si no mimado por todos los pinariegos. A fuego quedó 
		marcada la necesidad de cuidarlo pues ya desaparecida la actividad 
		carretera, se practicó (y algo se sigue practicando todavía), el reparto 
		de los aprovechamientos forestales entre los vecinos.
		
		La actividad de la carretería ha dejado 
		huellas propias, como las casonas (1), los caminos, los 
		pastos, el ajo carretero, el monumento en Hontoria del Pinar, o el poema 
		de Juan Ramón Jiménez:
		
			
			Allá vienen las carretas… 
			
lo han dicho el pinar y el viento, 
lo ha dicho la luna de oro, 
			
lo han dicho el humo y el eco… 
			
			(...)
Los bueyes vienen soñando,
a la luz de los luceros, 
			
con el establo caliente
que huele a madre y a heno. 
			
			
			Y 
		detrás de las carretas, 
caminan los carreteros, 
con la aijada sobre el hombro
y los ojos en el cielo.
			
		
		
		O letras de canciones 
		como la de Atahualpa Yupanqui, “Los ejes de mi carreta”. Las 
		casonas lucen en sus fachadas unas rejas magníficas que hacen pensar en 
		las ferrerías de la zona (2). Por otro lado, la actividad que 
		le seguía en importancia, favorecida por las características 
		edafológicas y el clima, fue la Trashumancia, que ha dejado en algunos 
		pueblos de la comarca pinariega blasones en las fachadas y restos de 
		lavadero de lanas, además de cierta querencia por el Sur.
		
		 
		
		
		
	
		

		
		 
		
		Hoy nos vamos a fijar en Molinos de Duero, 
		uno de los lugares componentes de la Junta y Hermandad de la Cabaña Real 
		de Carreteros de Burgos-Soria, cuya actividad primordial fue la 
		carretería, pero también la trashumancia de lanado lanar fino o 
		extremeño. Indistintamente se ha llamado a este pueblo que perteneció a 
		la Comunidad de Villa y Tierra de Soria, Los Molinos de Salduero, o de 
		Salguero, o Salduero/Salguero y los Molinos. Es uno de los pueblos más 
		bonitos de la provincia de Soria, a lo que contribuye también el 
		discurrir del río Duero que a los tres kilómetros, en término de 
		Vinuesa, deja sus aguas en el Pantano de la Cuerda del Pozo, embalse que 
		alberga en sus profundidades el pueblo de La Muedra y los restos de una 
		ferrería. 
		
		Hemos de acudir de nuevo al Catastro del 
		marqués de la Ensenada, de mediados del siglo XVIII, al ser el documento 
		más amplio y general para conocer la sociedad de la época en casi todos 
		sus aspectos. Las respuestas generales están digitalizadas, pero hemos 
		acudido al original custodiado en el Archivo Histórico Provincial de 
		Soria, a fin de ampliar, con nombres, algunos aspectos. Los Molinos y 
		Salduero aparecen juntos en algunos apartados, así que daremos aquellos 
		en los que, junto al nombre, se lee “vecino de los Molinos”, y también 
		los cuatro primeros, donde se lee, junto al nombre, “vecino de este 
		lugar”, sin especificar cuál de los dos. Salvo el apunte “Concejo del 
		lugar de Salduero y los Molinos. Casa que sirve de hospital en el barrio 
		de la Iglesia”. En cuanto al número de carretas, sólo contemplamos 
		aquellos vecinos que tienen más de diez.
		
		 
		
		
		
		Propietarios “vecinos de este lugar”
		
			
				| Nombre | 
				Carretas | 
				Animales 
				para el tráfico | 
				
      
				 
				
				Renta/reales/año  | 
			
			
				| Domingo 
				Martín de Pablo | 
				22 | 
				52 
				bueyes y 15 novillos | 
				7.480 | 
			
			
				| 
				Francisco Martín de Pablo | 
				14
				 | 
				35 y 6 | 
				4.760 | 
			
			
				| Miguel 
				de Arribas | 
				44
				 | 
				108 y 22 | 
				
      
				 
				14.960  | 
			
			
				| 
		Felipe de Arribas | 
				
		12  | 
				
		30 y 3 | 
				
		4.080 | 
			
		
		
		 
		
		
		Propietarios “vecinos de Los Molinos”
		
			
				| 
      
				Nombre | 
				
      
				Carretas | 
				Animales 
				para el tráfico | 
				
      
				
				Renta/reales/año | 
			
			
				| 
		Ángel Martín | 
				27 
				 | 
				  | 
				9.180 | 
			
			
				| 
		(Es propietario también de 4146 de cabezas de 
		ganado lanar extremeño) | 
			
			
				| 
		Andrés Martín | 
				16  | 
				40 
				bueyes | 
				5.440 | 
			
			
				| 
		Clemente Sanz | 
				12  | 
				23 y 7 | 
				4.080 | 
			
			
				| 
		Francisco Martín de 
				Martín | 
				10  | 
				34 y 10 | 
				
      
		 
		3.400 
      
				 | 
			
			
				| 
				Francisco Martín de Arribas | 
				28  | 
				70 y 12 | 
				9.520 | 
			
			
				| 
		Francisco Herrero | 
				54  | 
				90 y 23 | 
				
      
		 
		11.560 
      
				 | 
			
			
				| Jacinto 
				de Pablo | 
				21  | 
				52 y 2 | 
				7.140 | 
			
			
				| 
		Juan Calonge | 
				20  | 
				46 y 12 | 
				6.800 | 
			
			
				| 
		Martín Pérez | 
				31  | 
				73 y 11 | 
				10.540 | 
			
			
				| 
		María de Villaciervos | 
				26  | 
				80 
				bueyes | 
				8.840 | 
			
			
				| María de 
				Diego, vda | 
				17  | 
				44 
				bueyes | 
				5.780 | 
			
			
				| 
		Miguel de Pablo | 
				40  | 
				112 
				bueyes | 
				13.600 | 
			
			
				| 
		(Es propietario también de un rebaño de unas 
		mil cabezas de ganado lanar extremeño que pastan en invierno en la 
		dehesa Castañar, de Toledo) | 
			
			
				| 
		Pedro Martín de 
				Arribas | 
				20  | 
				27 bueyes, dos 
		novillos | 
				  | 
			
			
				| 
		Pedro Jerónimo Pérez | 
				58  | 
				150 y 29 | 
				
      
		 
		19.720 
      
				 | 
			
			
				| 
				(Es propietario también de gran número de 
		vacas y terneros más 7100 cabezas de ganado lanar fino extremeño que 
		pastan en la dehesa de la Moraleja, partido de Alcántara). | 
			
			
				| 
		Pedro Martín | 
				16  | 
				32 y 12 | 
				5.440 | 
			
			
				| 
		Pablo Vicente de 
				Arribas | 
				54  | 
				150 y 15 | 
				18.360 | 
			
			
				| 
      
		 
		(Posee además 1350 cabezas de ganado lanar 
		fino que pastan en Ciudad Real) 
       | 
			
			
				| Roque 
				Pérez | 
				38  | 
				98 y 20 | 
				12.920 | 
			
		
		
		 
		
		
		
	
		

		
		 
		
		En Molinos de Duero contaban con dos molinos 
		harineros de dos ruedas cada uno y una sierra de agua. Era un pueblo 
		próspero, sus vecinos razonablemente bien posicionados económicamente. 
		Al importante número de carretas, 872, se ocupaban 54 de los 99 vecinos 
		y 17 habitantes, 16 de ellos viudas y 8 pobres de solemnidad. Estos 
		datos se suponen referidos a Salduero y Los Molinos, al igual que dos 
		tabernas, una tienda de abacería, una carnecería, un mesón y un hospital 
		para recoger a los pobres transeúntes. En general, la población estaba 
		compuesta por personas que se dedicaban, tanto al trabajo de la 
		Carretería, como al de la Trashumancia: aperadores, gañanes, ayudantes, 
		mayorales, rabadanes y zagales. También encontramos a cinco arrieros, 
		dos carpinteros y un oficial de obra blanca, dos tejedores de lienzos, 
		un sastre y un herrero. También eran propietarios de ganado churro, de 
		cabrío y de 141 colmenas. Repetimos que resulta difícil saber quién, qué 
		y cuántos pertenecen a uno u otro pueblo. 
		
		Al pasear por las amplias, limpias y cómodas 
		calles de Molinos de Duero, es difícil sustraerse al encanto de las 
		casonas que albergarían a tantas familias dedicadas a transportar jade 
		de Espejón para El Burgo o El Escorial, trigo y munición para los 
		ejércitos de las guerras, lana, sal, vino, hierro... Las magníficas 
		casas construidas en mampostería, con sillares en los recercos, todas 
		superando los 600 metros cuadrados construidos, con horno adosado, se 
		encuentran perfectamente estudiadas, una a una de las dieciocho 
		conservadas, en la dirección que nos remitió el escritor Ángel Almazán 
		de Gracia (3). En esas casas, con las familias, residían los 
		carreteros de noviembre a marzo, componiendo las carretas, y fabricando 
		gamellas, gamellones, horteras y otros instrumentos necesarios para la 
		vida diaria, que después vendían en los pueblos por los que discurrían.
		
		
		 
		
		
		
	
		


		
		 
		
		Uno de los edificios más sobresalientes, que 
		en la actualidad alberga el Ayuntamiento, es el dedicado en su día a 
		pósito pío, costeado, según información de Jesús Martín, por un indiano 
		de nombre Martín Ximenez, en el año 1789, según queda reflejado en dos 
		baldosines incrustados en la fachada. En otro de los edificios notables, 
		blasonado, está la Real Posada de la Mesta. La iglesia parroquial está 
		advocada a San Martín de Tours y es el único edificio de cruz griega de 
		la provincia, junto con la de Montenegro de Cameros. Está fechada en el 
		siglo XVI y su interior alberga un órgano de 1808.
		
		Como en todos los pueblos de la comarca de 
		Pinares, en Molinos de Duero pingan el mayo. Fernando Óscar Pérez, aunque nació Soria, es 
		descendiente directo del “auténtico gaitero de Molinos de Duero”, como 
		él mismo afirma, Fernando Rincón Tajueco. El joven Fernando ha compuesto un fandango para Molinos de 
		Duero titulado Molinarro es, con letra y música, que se baila en la 
		fiesta de junio. Los niños celebran La vaca vieja de Carnaval, un 
		artefacto con ruedas con el que recorren las casas pidiendo para la 
		merienda de Carnaval, mientras dicen “Limosna para la vaca vieja que se 
		le cae la pelleja”. 
		
		
		Pedro Sanz Lallana, de Covaleda,
		breto por tanto, ha escrito una trilogía sobre la Carretería cuya 
		lectura recomendamos muy vivamente: 
        
Aquellas 
					viejas carretas. “El 
		regreso de las carretas”. Y “Carretas en guerra: Sucesos de la Primera 
		Guerra Carlista en Tierra de Pinares”.
		 
		
			(1)
					
La 
					Casa pinariega, por José Tudela de la Orden
			(2)
					
Los 
			metales en Soria, Isabel Goig
			(3)
			
					
					
Las
          Casonas de Carreteros de la Junta y Hermandad de la Cabaña Real de
          Burgos-Soria Escuela Politécnica Superior de Burgos
			 
			
		
		
	
			
			 
		
		
		
		
		Hay que reseñar, de manera muy destacada, la 
		colección de ropa y labores de antaño que han ubicado en la Casa de la 
		Cultura, como una prolongación del Museo de la Gamella, de Navaleno, que 
		gestiona Pedro Delgado. En Molinos se ocupa de la muestra su hermano 
		Ángel.
		
		
			
		
					
					
Museo 
		La Gamella
		
		
		© 
		soria-goig.com, 
		2018