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      Fuentearmegil. Su ayuntamiento es cabeza de municipio y su término está
      formado por 
                      
                      
						
						Fuencaliente 
						del Burgo, Santervás y Zayuelas, además de la
      propia villa. Por el término de Fuentearmegil discurren los ríos Cejos y
      Perales, afluentes del Duero por su margen derecha, que descienden entre
      monte de encina y enebro y un rico sotobosque alfombrado de gran variedad
      de plantas medicinales: manzanilla real para las diarreas; hinojos, dicen que son
      buenos para las madres que están amamantando; malvas, para las
      hinchazones; pinillo, diurético; mastranzos, para los hongos de la boca
      de los recién nacidos; árnica, para anestesiar... Con la abundante
      agua que mana en su término, se riegan unas finas legumbres, alubias y
      garbanzos, además de patatas. Con esta materia prima cocinan las gentes
      de esta zona los estupendos potajes, ya sean de vigilia, o el sustancioso
      cocido castellano.
      Fuentearmegil sufrió avatares a lo largo de su
      historia, con la intervención directa de los nobles. Está documentado
      que Urraca de Avellaneda –familiar de los condes de Castrillo- fundó un
      monasterio en su agregado 
                      
                      
						
						Fuencaliente. Siglos más tarde, las localidades que ahora forman
      el término, mas el despoblado de Rivalva, pasaron a manos del conde de
      Adanero y marqués de Castro Serna, al parecer de forma fraudulenta, ya
      que su administrador registró tierras, casas y hasta edificios religiosos
      a nombre del conde, a finales del siglo XIX; hay que decir que cuando esta
      anotación se llevó a cabo en la notaría del Burgo en 1886, los colonos
      tomaron cartas en el asunto denuciando el hecho. En 1924, después de
      haber formado un sindicato, los vecinos compraron a los nobles todas las
      tierras y sus casas por seiscientas mil pesetas.
		
		
		
		
		Notas sobre el "Coto de Fuentearmegil"
      
		
      
		
		
      	La iglesia parroquial está dedicada a San Andrés y
      tanto en su interior como exterior se pueden ver restos de arquitectura
      árabe y románica. En la plaza de la iglesia y al frente han colocado la
      picota o rollo, símbolo de la villa y de poder jurisdiccional; alrededor
      de ella pueden verse enrolladas unas largas cadenas. Tienen una ermita,
      dedicada a San Roque, y otra en el despoblado de San Juan de Cañicera,
      dedicada a San Juan Bautista; este despoblado reparte su tierra entre
      Fuentearmegil, Guijosa y Alcubilla de Avellaneda.
      Fuentearmegil es un lugar donde puede verse bastante
      gente joven, y no sólo en verano. Su moderno frontón ayuda a que se
      organicen partidas entre jóvenes –y no tan jóvenes- de los pueblos de
      alrededor. Durante las fiestas principales, en honor de Santa Isabel (este
      año serán el 6 de julio), todas las casas aparecen enramadas, costumbre
      que se conserva y que da al pueblo un aspecto florido y radiante durante
      sus fiestas. Como en todos los lugares de la zona soriana rayana con
      Burgos, dos grupos de mozos cantan las marzas, la madrugada del primer
      día de marzo y ofrendan a las mozas con rosquillas y cerezas.. Un buen chopo, recto y alto, sirve para pingar el mayo, la
      noche del último día de abril y el primero de mayo.
      
      
Son los habitantes de este alegre lugar muy aficionados
      a la música popular, tal vez por que un grupo de gaiteros "Los
      gaiteros de Fuentearmegil", es el encargado de animar las fiestas, no sólo de
      Fuentearmegil, sino de muchos lugares y eventos de la provincia. Forman
      parte de esa música popular las *albadas, cántico del común muy
      extendido, que sería definida en Muriel de la Fuente como:
      "monumento histórico-rural". Se conserva en esta villa que hoy
      visitamos una albada interesante por el comienzo de ella, distinto de la
      generalidad de estas canciones, que casi siempre empiezan: "A esta
      casa hemos llegado con intención de cantar, si no quieren que cantemos
      nos volveremos p´atrás". En el caso de Fuentearmegil, comienza
      así: "A esta puerta hemos llegado, guiadas por un lucero, sólo por
      venir a ver los recién casados nuevos".
      La población ha descendido sensiblemente: en 1991 el
      conjunto de las cuatro localidades sumaba 421 habitantes, diez años
      después, sólo quedan 332. La escuela de la villa fue cerrada en el curso
      99/00.
      Chascarrillo
      conservado que hace alusión a los cuatro lugares que componen el término:
      "Fuentearmegil chinga el barril, Santervás la tripa atrás,
      Fuencaliente la tripa caliente, y Zayuelas rompecazuelas".