Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, Gallinero (Soria). Conjunto de estelas en la plementería1.

Carlos de la Casa2
Manuela Domènech3

 

In memoriam
 Prf. Miguel Ángel García Guinea y
Prf. Léo Barbé

 

Resumen 

            El estudio de las estelas funerarias en España experimentó una importante evolución a raíz de la celebración en nuestro país de varios congresos internacionales. 

            Soria fue, en 1983, la primera provincia española donde vio la luz una monografía sobre estos modestos bienes culturales. Ahora, treinta años después, de nuevo vuelve a ser noticia en este campo de la investigación arqueológica al detectarse, en una de las bóvedas de la iglesia parroquial de la localidad de Gallinero, casi un centenar de estelas reutilizadas como elementos de la plementería.

Palabras

Arquitectura,  reutilización, estelas funerarias y Medievo

 

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INTRODUCCIÓN

            La Península Ibérica fue un auténtico desierto en el mundo de la investigación de las estelas funerarias del medievo hasta el año 1920, en que vio la luz la obra del Dr. Frankowski (FRANKOWSKI, 1920). 

               Desde entonces, salvo los oasis del País Vasco y Navarra4, habría de pasar más de seis décadas para que, fuera de estas regiones, se iniciase la publicación de monografías como las de  C. de la Casa y M. Doménech (DE LACASA y DOMÈNECH, 1983), J. M. Miró (MIRÓ, 1986), A. Aguirre (AGUIRRE, 1991), Mª. I. Tabar (TABAR, 1993: 91-189), J. Ukar (UKAR, 1994), C. Martín (MARTÍN, 2000), hasta la reciente de P. Zarrabeitia (ZARRABEITIA, 2011). A ello se unieron una serie de congresos nacionales (MENCHÓN, y TÉVAR, 1993) e internacionales VV.AA. 1980. VV.AA. 1984. BAUDREU, 1990. VV.AA. 1994. VV.AA. 1994b. VV.AA. 1995. VV.AA. 2004. VV.AA. 2005, que han venido a demostrar que, en contra de lo que siempre se pensó, las estelas del medievo fueron elementos funerarios utilizados en toda España con la excepción de Murcia DE LA CASA y DOMÈNECH, 1994b: 445-461).

            Tampoco debemos olvidar la edición de la obra de Frankowski, en 1989, edición fascímil, con una serie de trabajos complementarios, coordinados por el editor Prf. Dr. don José M. Gómez-Tabanera  (FRANKOWSKI, 1989).

            Soria abrió el fuego de las monografías provinciales en 1983 (DE LA CASA y DOMÈNECH, 1983) y desde entonces se han publicado varios artículos, que han puesto de manifiesto que es una zona en donde se utilizó la estela tanto en momentos medievales (DE LA CASA Y DOMÈNECH, 1994: 219-245, HERAS, 1994: 565-579, CASA ET ALII, 1995: 463-487), como medievales e incluso en tiempos recientes (DE LA CASA y DE LA CASA, 1994: 495-512).

            Dentro de la provincia soriana ya habíamos detectado tres piezas en la localidad de Gallinero, una ubicada sobre el trasformador de luz, que dimos a conocer en su momento(DE LA CASA y DOMÈNECH, 1994: 228-229), y dos empotradas en la cerca del templo parroquial, una publicada en 1995 (DE LA CASA ET ALII, 1995 y otra que permanece inédita.

Una reciente visita al templo nos permitió observar que las bóvedas habían sido limpiadas y retirada la capa de cal que las cubría y nuestra sorpresa fue el encontrarnos con decenas de estelas conformando la plementería de la bóveda central del transepto.

Después de casi treinta y cinco años dedicándonos al mundo funerario, es el primer caso que conocemos de estas características, de ahí que hayamos decidido dar a conocer este interesante hallazgo.

            La localidad de Almarza se encuentra en las estribaciones del Puerto de Piqueras y de la Sierra del Alba, 22 km. al norte de la ciudad de Soria, Entre sus pedanías se encuentra el pueblo de Gallinero, que se integró en este municipio a principios del siglo XX.

            Anteriormente fue municipio propio e incluso tenía dos barrios, Cerveriza y Lumbrerillas, llegando a tener 150 casas y escuela con noventa alumnos de ambos sexos. Teniendo iglesia parroquial de primer ascenso (Ntra. Sra. Del Rosario) servida por un cura de provisión real y ordinaria (MADOZ, 1845-1850: 138 y BLASCO, 1909: 248-249).

El topónimo Gallinero ha sido estudiado por el Prof. Carracedo, que nos dice al respecto: del latín GALLINARIU, derivado del latín Gallina mediante el sufijo –ARIU, que indica abundancia de estas aves de corral o de construcciones para albergarlas (CARRACEDO, 1996: 167).

Y continúa diciendo: en la Rioja hay un lugar llamado Gallinero que es documentado abundantemente por Rodríguez de Lama. Esta circunstancia hace sospechar que el topónimo soriano no sea descriptivo y sí un topónimo de repoblación, ya que en fechas más tempranas a 1270 se documenta Gallinero de Rioja (CARRACEDO, 1996: 168).

            Soria y su cabaña ganadera tuvo un peso importante en los momentos claves de la Mesta y como ha indicado Ruiz Martín, fueron precisamente los grandes ganaderos los que enriquecieron diversos pueblos de nuestra tierra RUÍZ MARTÍN, 1965: XXXV) y estamos seguros que entre ellos se encontraría Gallinero.

            Nos encontramos en la centuria del XVI con una importante representación de la arquitectura religiosa, hasta el punto de llegarse a afirmar que estamos: ante una de las páginas más brillantes y sugestivas de la historia del arte soriano (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 17). Y aquí tenemos nuestra Iglesia bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario.

            Pero Gallinero fue a más, siendo una de las escasas poblaciones que cuenta con una interesante muestra de arquitectura gótica civil. A este respecto nos dice Martínez Frías: la arquitectura gótica civil del momento se halla, por el contrario, escasamente representada con lo conservado. Sólo merecen reseñarse algunas mansiones señoriales de Agreda, Soria, Fuentepinilla y Gallinero y el palacio episcopal de Burgo de Osma (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 17).

            Estas suelen tener en sus fachadas una organización típicamente hispanoflamenca: puertas descentradas del eje, resueltas en arcos de ancho dovelaje, con alfiz que, partiendo de pequeñas mensuras, se quiebra para acoger escudos o balcones (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 39).

            Una de las familias más importantes, por no decir la más, son los Vinuesa y precisamente serían ellos los que bajo sus auspicios económico asumirían una serie de obras; aún hoy existen testimonios de la arquitectura en la localidad, tanto civil (casas solariegas) como eclesiástica (la capilla mayor y una de las del lado de la Epístola) (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 459-460).

Existiendo otras familias ilustres con posesiones, algunas desaparecidas en la actualidad, caso de los Medranos (Casa de San Gregorio), con varios siglos de historia, o los Vadillos (RABAL, 1889: 48, TARACENA y TUDELA, 1962: 252). No debiendo olvidar a los Calderón que financiaron una de las capillas del lado del Evangelio de la iglesia (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 21).

            El objetivo de este trabajo es dar a conocer una serie de estelas funerarias ubicadas en el templo de esta localidad, de ahí que, previamente, procedamos a realizar una presentación del mismo.

            La parroquia de Nuestra Señora del Rosario, perteneciente a las iglesias de nave única y capilla ochava, se construyó en dos fases y fue levantada a las afueras del pueblo, siendo estudiada por el Prof.  Martínez Frías a quien vamos a seguir literalmente.

            Posee planta de nave única, dividida en tres tramos, capilla mayor con testero poligonal y capillas a ambos lados de la nave. Los tramos se cierran con sencillas bóvedas de terceletes….Sólo se ornan las claves principales de los dos últimos tramos, en donde observamos motivos geométricos, a modo de estilizados florones. Los tramos están delimitados por tres fajones apuntados, los dos más cercanos a la cabecera son de simple perfil rectangular, sin moldura alguna y descansan sobre pilastras, a la manera usual en el s. XIV…(MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 200).

            A las dos capillas laterales del lado del Evangelio, se accede por arcos apuntados, de perfil triangular, recorridos por escocias y baquetones, que se apoyan en ménsulas adheridas a pilastras y a un soporte poligonal…. Estas capillas se comunican entre sí por un arco apuntado…. La capilla más cercana a la cabecera se cubre con bóveda de terceletes, de cinco claves lisas, sobre ménsulas con los símbolos de los Evangelios de talla poco fina (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 200-201).

            La capilla contigua luce simple bóveda de crucería, con la clave lisa. Los nervios, de idéntico perfil a los de la estancia anterior, descargan sobre ménsula….En el expediente de pruebas de nobleza, elaborado en 1614, para el ingreso de don Diego López de Salzedo y Calderón, de la Orden Militar de Santiago, se hace constar que, el abuelo materno del pretendiente –don Tomás de Calderón- era dueño de una capilla <que esta en la iglesia mayor> del lugar de Gallinero (DÁVILA JALÓN, 1967), capilla que identificamos con la que nos ocupa, pues las armas se insertan en las ménsulas coinciden con las de los Calderón (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 201).

            A la capilla del lado de la Epístola, advocada de Santiago, se accede por un arco de medio punto, de perfil rectangular, que descansa sobre pilastras. La cubierta es de crucería, integrada por nervios ojivos, de perfil triangular, y una clave, en la que figura el escudo de los Vinuesa… en los datos testificales para el expediente de ingreso en la Real Orden de Santiago, don Juan Alonso de Vinuesa Castejón, …, recogidos en 1578 y conservados en el Archivo Histórico Nacional, encontramos la primera referencia a esta capilla, pues se especifica que el bisabuelo paterno del pretendiente –don Pedro de Vinuesa- yacía en la parroquia de Gallinero, <en la capilla de Santiago, que es enterramiento suyo (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 202).

Fernando Marías (MARÍAS, 1974: 194) atribuye infundadamente la erección de la capilla de Santiago al maestro de cantería Francisco de la Gandara, cuando en realidad, lo que dicho maestro se limita a hacer en ella son obras de reparación (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 202).

            A este respecto nos dice González Echegaray: … el 25 de octubre de 1625 se da por pagada de parte de Suero de Vega y Castilla, Caballero del Hábito de Santiago, por la obra de reparación de la capilla de Santiago, del lugar de Gallinero (Soria), y la pared de la casa de Juan García de Aylloncillo (GONZÁLEZ ECHEGARAY, 1991: 225, LASSO DE LA VEGA, 1948: 142-143, ARRANZ, 1979: 539).

            Martínez Frías afirma: A nuestro modo de ver, la capilla debió levantarse a finales del s. XV –época en la que vive su fundador, don Pedro de Vinuesa-, resultando difícil precisar en la actualidad el grado en que la obra de reparación de F. de la Gándara afectó a la estructura originaria (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 202).

            El arco de ingreso a la capilla mayor es uno de los fajones analizados al hablar de la nave. Es posible que haya sido algo retocado con posterioridad, afectando la reforma a los arranques de algunos nervios de la bóveda del tramo contiguo a la cabecera, pues, quedan bruscamente embebidos en el muro. A partir de este arco fajón, el templo sufrió una nueva readaptación y, hacia mediados del s. XVI, se sustituyo la primitiva capilla mayor por otra mucho más esbelta, obra asimismo debida a la munificencia de los Vinuesa (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 202).

El tramo presbiterial, de planta cuadrada, se cierra con bóvedas de crucería, en la que ya advertimos presencia de combados, que dibujan una circunferencia tomando como centro la clave polar y arcos de doble curvatura cóncava, cuyas intersecciones se enriquecen con la presencias de múltiples claves planas. Los nervios, recorridos por sutiles molduras, estriban en pilastras y semicolumnas, con capiteles unidos a través de la línea de impostas que, a modo de entablamiento, recorre los muros de la capilla(MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 202).

            El ábside es pentagonal. Su bóveda, cuya traza dibuja la mitad de una estrella de ocho puntas, se funde con la del presbiterio a través de la clave, exornada con un esquema gallonado, se ha colocado en el fajón que delimita ambos tramos. Los nervios, en esta ocasión, se detienen en la línea de impostas anteriormente mencionada. La sacristía adosada a la cabecera, en el lado de la Epístola, constituye una dependencia de planta rectangular, alargada en el sentido del eje de la misma iglesia. Luce bóveda de terceletes y con claves lisas, sobre ménsulas angulares de renaciente perfil. Los nervios no difieren en su perfil de los de la capilla mayor (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 203).

            La torre adosada al presbiterio y a la primera capilla del lado del Evangelio, apenas posee entidad artística (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 203). Su cuerpo alto es ya obra del s-XVII.

            En un interesante estudio sobre arquitectura renacentista, nos dice  Losada Varea: el 6 de abril de 1611 Juan de Navega entregaba la traza y condiciones para la obra del cuerpo de campanas de la torre de la iglesia del Rosario de Gallinero (Soria). 

            Según consta en el documento, AHPS, (secc- prot) Juan de Navega hizo, además de las condiciones, dos trazas para la obra: La planta y alzado de la torre. Los cuatro lienzos del cuerpo de campanas se abrían al exterior mediante una ventana en cada uno de ellos, de medio punto, de 5 pies de ancho y diez de alto (proporción dupla). Por la parte inferior de este cuerpo corría una faja de sillería “que sirve de basa de las pilastras”. Sobre estas pilastras se había de asentar una cornisa. La obra fue rematada por Juan de Solano Palacio en 7200 reales.

Para una mayor información sobre el cobro final de esta obra, podemos ver la escritura de poder a Cristóbal de Santa Ana, otorgada en Gallinero, por el maestro de cantería montañés Juan de Solano Palacio, el 12 de septiembre de 1623, para cobrar lo que se adeudaba por la torre de la iglesia de dicho lugar (LASSO DE LA VEGA, 1948: 418-422).

            En la actualidad podemos contemplar un cuerpo de campanas sumamente sencillo, con pilastras en las esquinas y vano de medio punto con troneras. Las cuatro esquinas del tejado fueron decoradas con bolas clasicistas. Fue construido en mampostería, a excepción de las pilastras, arcos, faja y cornisa que se labraron en sillería (LOSADA VAREA, 200: 158-159).

            En definitiva, y siguiendo a Martínez Frías, buen conocedor del templo, podemos decir que la nave dataría de fines del XV, principios del XVI, aprovechando la obra de una posible construcción del XIV. Las capillas laterales pertenecerían al mismo momento que la nave. La cabecera sería demolida a mitad del XVI, para realizar la actual, de proporciones más esbeltas.

 

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Estelas

Entre los años 1963 y 1968, don Marcelino Núñez5, al intentar resolver el problema de las goteras detectadas en la cubierta del templo, optó por proceder a retirar el encalado que cubría la plementería interior. El resultado fue la localización de decenas de estelas funerarias formando parte, junto a otras piezas de sillería, de la bóveda central del crucero o transepto.

            En Gallinero ya teníamos constancia de la presencia de una estela instalada en la parte superior del  transformador de la luz (DE LA CASA y DOMÈNECH, 1994: 228-229)6, pero desconocíamos el resto de los aspectos funerarios.

            Al tener conocimiento de este curioso hallazgo, no nos consta la existencia de caso similar, hemos procedido a realizar su estudio. Antes de dar a conocer el mismo debemos realizar  algunas precisiones.

            Dada la altura de la bóveda nos ha sido imposible acceder a la misma y el trabajo ha partido de la visualización de las piezas con prismáticos y del material fotográfico realizado.

            Estamos seguros que existen más piezas además de las sesenta y cuatro que vamos a catalogar, unas estarán vueltas, otras de perfil, bastantes fragmentadas, e incluso algunas ocultas bajo los nervios7. Nosotros hemos incluido únicamente las que no ofrecen duda de que son estelas o fragmentos de las mismas. Su estado de conservación es regular, en algunos casos malo, no olvidemos que muchas debieron ser manipuladas para esta nueva función.

            A la hora de presentar el catálogo, hemos decidido dividir la bóveda en  treinta y cinco tramos, de ahí que estas cabeceras de sepulturas lleven las siguientes siglas: G. So (Gallinero, Soria) y a continuación el número de tramos dentro de la bóveda y el número de pieza correspondiente.

            Todas ellas, salvo rara excepción, que indicaremos, son estelas discoideas de tipo antropomorfo. A la hora de su descripción decorativa optaremos por seguir la clasificación establecida por el Dr. Ucla (UCLA, 1991), complementado si fuese necesario por algún comentario.

            Por último, debemos indicar que no hemos optado por no establecido paralelos individuales de los motivos decorativos, pues estos nos llevarían a una interminable lista de lugares y relación bibliografía y, ello queda fuera de nuestra intención.

Para establecer el análisis comparativo en el ámbito temático de la decoración recomendamos acudir a las publicaciones que detallaremos a pie de página para Soria (DE LA CASA y DOMÈNECH, 1983, DE LA CASA, 1991, DE LA CASA y DOMÈNECH, 1994, HERAS, 1994 y DE LA CASA ET ALII, 1995)). España (BARANDIARAN, 1980. MIRÓ I ROSINACH, 1986. FRANKOWSKI, 1989. AGUIRRE SORONDO, 1991. MENCHON Y TÉVAR, 1983. TABAR, 1993. UKAR, 1994. APELLÁNIZ, y BARRIOCANAL, 1995. AZCARATE, y GARCÍA, 1996. MARTÍN GUTIÉRREZ, 2000.  ZARRABEITIA 2011),  e incluso a nivel internacional AZZOLA y AZZOLA, 1972. VV.AA. 1980. UCLA, 1981. UCLA, 1990. BELEZA MOREIRA, 1982.  VV.AA. 1983. VV.AA. 1984. AUSSIBAL, 1987. MÜLLER,  y BAUMANN, 1988. VV.AA. 1990.  VV.AA. 1994. VV.AA. 1994b. VV.AA. 1995. VV.AA. 2001. VVAA. 2003. STREIT, 2004. VV.AA. 2006. POWELL, 2007).

 

Catálogo

1.- G.So. 5-1

Estela antropomorfa discoidal, se insinúan los hombros.

Decoración: inscrita en un círculo una rosácea de seis pétalos, con un punto en el centro de unión. Bajo relieve.

2.- G.So. 8-2

Estela antropomorfa discoidal, se insinúan los hombros.

Decoración: inscrita en un círculo una rosácea de seis pétalos, con doble  punto en el centro de unión. Bajo relieve.

3.- G.So. 9-3

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: el desgaste y los restos de cal impiden ver si llevaba alguna representación.

4.- G.So. 9-4

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: sólo se aprecia en el centro un pequeño círculo.

5.- G.So. 9-5

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: doble círculo, rompiendo ambos una cruz latina incisa.

6.- G.So. 10-6

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: el desgaste y los restos de cal impiden ver si llevaba decoración.

7.- G.So. 10-6 bis

Estela tabular, vertical con cabecera curvilínea.

Decoración: muy desgastada, a penas se aprecia, rosácea, sin determinar número de pétalos.

8.- G.So. 11-7

Estelas antropomorfa discoidal.

Decoración: en el interior de un círculo cruz patada de brazos curvilíneos y extremos cóncavos, en bajo relieve, en el centro un punto.

9.- G.So. 11-8

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: el desgaste y los restos de cal impiden ver si llevaba temática alguna.

10.- G.So. 11-9

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: en el interior de un círculo cruz patada de brazos curvilíneos, no se aprecia el acabado de los extremos, en bajo relieve, en el centro un punto.

11.- G.So. 11-10

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: en el interior de un círculo estrella de cinco puntas, en bajo relieve.

12.- G.S0. 11-11

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: en el interior de un doble círculo una rosácea de ocho pétalos, en bajo relieve y en el círculo exterior con la misma técnica un sogueado a base de pequeñas bolas.

13.- G.So.12-12

Estela antropomorfa con orejeras.

Decoración: no se aprecia.

14.- G.So. 12-13

Estela antropomorfa discoidea, la parte de la cabecera muy desgastada.

Decoración: apenas se distingue, podría ser una estrella de cinco puntas en bajo relieve.

15.- G.So. 13-14

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: inscrita en un círculo una rosácea de seis pétalos, en bajo relieve.

16.- G.So. 13-15

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: tres círculos concéntricos, en el interior un motivo irreconocible en bajo relieve ¿rosácea o cruz?; en el círculo intermedio un sogueado formado por pequeños cuadrados con la misma técnica que la decoración central y en el exterior el desgaste nos impide observar lo realizado por el cantero.

17.- G.So. 13-16

Estela de la que sólo se conserva el disco.

Decoración: rosácea de seis pétalos y en la parte central de la misma dos pequeños círculos concéntricos, todo ello en bajo relieve.

18.- G.So. 13-17

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: lisa.

19.- G.So. 14-18

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: tres círculos concéntricos. En el interior y en bajo relieve una rosácea de seis pétalos y en el exterior un sogueado a base de pequeños cuadrados.

20.- G.So. 18-19

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: inscrita en un círculo una rosácea de seis pétalos, en bajo relieve, en la parte superior se ve un pequeño elemento cuadrado entre las hojas de la flor.

21.- G.So. 18-20

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: tres círculos concéntricos, en el interior, en bajo relieve, una rosácea de seis pétalos y en el exterior un sogueado a base de pequeños cuadrados.

22.- G.So. 18-21

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: no se aprecia bien, en el interior de un círculo ¿una rosácea de seis pétalos o cruz?

23.- G.So. 18-22.

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: en el interior de un círculo una cruz patada de brazos curvilíneos y extremos convexos, en bajo relieve; en el centro un punto.

24.- G.So. 18-23

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: inscrita en un círculo estrella de cinco puntas, en el punto central de unión doble círculo, en bajo relieve. Entre el disco y el vástago una cruz incisa.

25.- G.So. 20-24.

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: en el interior de un círculo cruz patada de brazos curvilíneos y extremos convexos y entre ellos un pequeño cuadrado; todo ello en bajo relieve.

 26.- G.So. 20-25.

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: en el interior de un círculo cruz patada de brazos rectos, extremos convexos y en el punto central un pequeño círculo, en bajo relieve.

27.- G.So.  21- 26

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: cruz de Malta en cuya parte central tiene dos pequeños círculos, en bajo relieve. Todo ello inscrito en un círculo.

28.- G.So. 21-27

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: doble círculo, en el exterior una línea incisa formando pequeños triángulos y en el interior una rosácea de ocho pétalos, en bajo relieve, con un punto en el centro.

29.- G.So. 21-28

Fragmento de estela ¿tabular?

Decoración: doble circulo inciso y bajo este tres líneas verticales incisas.

30.- G.So. 26-29

Fragmento de disco.

Decoración: se aprecia, en bajo relieve, parte de una rosácea o cruz y en los brazos unas pequeñas bolas decorativas.

31.- G.So. 21-30

Fragmento de disco.

Decoración: cruz patada de brazos curvilíneos y extremos convexos, inscrita en un círculo, en bajo relieve.

32.- G.So. 21-31

Fragmento de disco.

Decoración: cruz patada de brazos rectos inscrita en un círculo, en bajo relieve.

33.- G.So 21-32

Fragmento de estela, parte del disco y arranque del vástago.

Decoración: cruz patada de brazos rectos, inscrita en un doble círculo, en bajo relieve. En el exterior un sogueado en zig-zag formando pequeños triángulos.

34.- G.So. 21-33.

Fragmento de estela.

35.- G.So. 22-34

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: de un punto central sale una cruz patada de brazos rectos inscrita en un triple circulo; en el del medio un sogueado formando pequeños cuadrados y en el exterior línea en zig-zag a modo de triángulos.

36.- G.So. 22-35.

Estela antropomorfa  discoidal.

Decoración: en el interior de un círculo y partiendo de un punto central se muestra un motivo, en bajo relieve, que es difícil de interpretar ¿estrella, o cruz? Bajo el disco y en el arranque del vástago una cruz patada incisa.

37.- G.So. 23-36

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: doble círculo, en el interior y en bajo relieve una cruz de Malta, en el exterior un sogueado formado por pequeños cuadrados.

38.- G.So. 23-37

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: inscrita en un círculo cruz patada de brazos curvilíneos y extremos cóncavos, en bajo relieve.

39.- G.So. 23-38

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: triple círculo, en el interior una rosácea de ocho pétalos y en el exterior un sogueado a base de pequeños círculos con punto central, todo ello en bajo relieve.

40.- G.So. 23-39

Fragmento de estela, sólo se conserva el disco.

Decoración: triple círculo, en el interior una rosácea de seis pétalos y en el exterior un sogueado a base de pequeños cuadrados, todo ello en un bajo relieve.

41.- G.So. 24-40

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: en el interior de un doble círculo inciso rosácea de seis pétalos, en el tercero sogueado, en bajo relieve, a base de zig-zag formando pequeños triángulos.

42.- G.So. 24-41

Estela antropomorfa discoidal.

Carece de decoración.

43.- G.So. 24-42

Estela antropomorfa discoidal.

Decoración: En el interior de un doble círculo una cruz patada de brazos curvilíneos y extremos convexos, en los cuadrantes pequeños motivo decorativo en forma geométrica.

44.- G.So. 25-43

Fragmento de estela, falta la cabecera.

45.- G.So. 25-44

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: doble círculo, en el interior se aprecia un elemento decorativo, en bajo relieve, ¿rosácea o cruz? Entre el disco y el vástago una cruz patada incisa.

46.- G.So. 25-45

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: en el interior de un círculo, en bajo relieve, estrella de cinco puntas; en el inicio de la parte superior del vástago una cruz patada incisa.

47.- G.So. 25-46

Estela antropomorfa discoidea, en el vástago se insinúa uno de los hombros.

Decoración: arrancando de un pequeño círculo, rosácea de seis pétalos, en bajo relieve.

48.- G.So. 25-47

Fragmento de estela, en muy mal estado.

49- G.So. 25-48

Fragmento de disco, en mal estado.

Decoración: se aprecian algunos pétalos, en bajo relieve.

50.- G.So. 26-49

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: inscrita en un círculo una cruz flordelisada, en los cuarteles pequeños cuadrados, todo ello en bajo relieve. En la unión con el vástago se aprecian dos líneas curvas incisas y bajo estas otra con un motivo que no se aprecia por el mal estado de conservación, todo ello a modo de collar.

51.- G.So. 26-50

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: inscrita en un círculo una cruz patada con los brazos y extremos rectos, en bajo relieve.

52.-G.So. 26-51

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: inscrita en un círculo una estrella de cinco puntas, en bajo relieve.

53.- G.So. 26-52

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: en el disco un doble círculo inciso.

54.- G.So. 26-53

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: partiendo de un pequeño círculo central e inscrita en otro una estrella de cinco puntas, en bajo relieve.

55.- G.So. 27-54

Estela antropomorfa discoidea.

Sin decoración.

56.-G.So. 28-55

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: arrancando de un punto central e inscrita en un círculo una rosácea de seis pétalos, en bajo relieve. En la unión con el vástago dos semicírculos paralelos, en el superior una línea continúa zigzagueante, incisos a modo de collar.

57.- G.So. 30-56

Estela tabular vertical con cabecera en círculo.

Sin decoración.

58.- G.So. 31-57

Estela antropomorfa discoidal.

Sin decoración.

59.- G.So. 32-58

Estela tabular vertical con cabecera en círculo.

Decoración: inscrita en un círculo cruz patada de brazos rectos y extremos convexos, en el centro un pequeño punto; todo ello inciso.

60.- G.So. 32-59

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: de un círculo central surgen ocho pétalos a modo de rosácea, en bajo relieve.

61.- G.So.32-59 bis

Estela tabular vertical con cabecera en círculo.

Decoración: doble círculo y en el interior cruz patada incisa.

62.- G.So. 35-60

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: el tema central no se aprecia al estar cubierto por uno de los nervios. Si observamos en un círculo exterior, de forma incisa, una línea en zig-zag formando triángulos. Bajo el mismo en el inicio del vástago, un semicírculo marcando claramente la forma de un cuello.

63.- G.So. 35-61

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: en el interior de un triple círculo una rosácea de seis pétalos, en el intermedio y a forma de sogueado pequeños cuadrados y en el tercero no se aprecía decoración. Todo en bajo relieve.

64.- G.So. 35-62

Estela antropomorfa discoidea.

Decoración: un triple círculo.

69.- G.So. 2012-2.

Procedencia: Gallinero

Lugar de depósito: utilizada como elemento de la plementería de la bóveda de la capilla de los Vadillo, en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario8.

Material: piedra caliza

Tipo: antropomorfo discoidea.

Decoración anverso: en el interior de un círculo un punto.

Observaciones: se observa un intento de marcar los hombros.

65.- G.So. 2012-19

Fragmento de disco de una estela

Ubicación: embutida en la cerca que rodea la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario en Gallinero.

Diámetro: 36/32/28 y 14 cms. respectivamente

Decoración: inscrito en un doble círculo, uno de menor tamaño del que irradian una serie de líneas en curvas, en bajo relieve, en forma de rayos de sol que finalizan en pequeñas bolas.

Observaciones: como puede comprobarse es la única pieza que no coincide en temática con el resto, de ahí que no la incluyamos en el comentario que realizaremos a continuación; sobre esta temática decorativa nos remitimos a lo que escribíamos en 1983 (DE LA CASA y DOMÈNECH, 1983: 158-163) y a lo expuesto posteriormente por el Dr. Ukar Muruzabal en su tesis doctoral (UKAR, 1994: 516-518).

66.- G.So. 1995-1 (DE LA CASA ET ALII, 1995: 475-476).10

Fragmento de disco de una estela.

Ubicación: embutida en la cerca que rodea la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario en Gallinero.

Diámetro.- 28 y 26 cms.

Decoración: inscrita en un círculo cruz patada de brazos curvilíneos y extremos convexos.

67.- G.So.1994 -1 (DE LA CASA y DOMÈNECH, 1994: 228-229).

Estela discoidea

Lugar de depósito: sobre el transformador de luz de Gallinero11.

Material: piedra caliza.

Decoración anverso: cruz patada de brazos rectos.

Decoración reverso: cruz patada de brazos rectos.

Técnica: bajo relieve.

Estado conservación: Malo.

68.- G.So. 2012-1.

Procedencia: Gallinero

Lugar de depósito: nave del pueblo.

Material: piedra caliza

Tipo: discoidea.

Decoración anverso: inscrita en un círculo una estrella de seis puntas, en su parte central un círculo con punto. Todo ello en bajo relieve.

Decoración reverso: inscrita en un círculo una estrella de siete puntas, en su parte central un círculo con punto. En el exterior un sogueado. Todo ello en bajo relieve.

Estado de conservación: Muy malo.

Altura total: 30 cms.

Diámetro disco: 35 cms.

Grosor disco: 10 cms.

Observaciones: se desconoce donde apareció, fue recogida por el anterior alcalde don Raúl García Gómez y custodiada por el nuevo don David Arevalo Aragones.

 

(Pulsar para ampliar la foto)

 

Consideraciones

 

            De las sesenta y cinco estelas localizadas en la bóvedas, todas ellas de caliza, podemos considerar cincuenta y dos antropomorfas con la cabecera discoidal y cinco tabulares con la parte superior igualmente circular; el resto son fragmentos fundamentalmente de discos.

Debemos reseñar que en un caso se aprecia una pieza con orejeras, el segundo que se conoce en nuestra provincia. El primero se detectó en Vilviestre de los Nabos (de la casa, 1992: 345-351), y no es una característica común en la Península Ibérica, sí en Alemania (MÜLLER y BAUMANN, 1988: 50, 58 y 59. AZZOLA, 1977: 55-56) o en Francia (BARBÉ, 1980: 172 BARBÉ, 1984: 22 BARBÉ y DUPOUEY, 1987: 403-405.. En este último país hay una zona, el Valle de Soule, en donde existe un número importante de estelas con orejeras y a este tipo de piezas se las considera un fossile indicateur ( DUVERT, 1987: 141-144).

En cuanto a la técnica decorativa, podemos indicar que la mayoría están ejecutadas en bajorrelieve, muy pocos son los casos en que se da la incisión. Esta última aparece en algunas piezas con círculos concéntricos, a la hora de realizar algún sogueado y en la decoración que se da entre el disco y el vástago.

La mayor profusión decorativa corresponde a las cruciformes y no sólo en el disco como veremos, sino también en el vástago en donde, mediante incisión, se ha detectado una cruz patada en tres casos.

En el disco, la cruz siempre aparece inscrita en un círculo y a veces en varios. La más común es la patada, trece piezas, con las variantes de sus brazos, rectos y curvilíneos, los extremos se nos presentan rectos, cóncavos y convexos. La cruz de Malta hemos detectado en dos piezas, la flordelisada en una y la latina en otra.

El segundo bloque temático está compuesto por las rosáceas, se da en quince ocasiones, once con seis pétalos y cuatro con cuatro. Por último, las estrellas, en siete piezas con cinco brazos y en una con seis.

Como puede observarse no existe una variedad decorativa amplia, si no más bien todo lo contrario, lo que nos hace pensar en que estas  corresponden a un mismo complejo funerario o como mucho a dos. No vamos a entrar en el significado y simbología del tipo decorativo, para ello nos remitimos a nuestro estudio de la provincia de Soria (DE LA CASA y DOMÈNECH, 1983: 138-143) o al de Carmen Martín para Cantabria (MARTÍN, 2000: 217-240). 

Con respecto a este ámbito, sí nos gustaría reseñar la existencia de varios sogueados: cuadrados, círculos, curvas y triángulos. E igualmente mencionar que en algunos casos aparecen unas líneas curvas a modo de collar, pensamos que para remarcar el cuello y hacer más patente el tipo antropomorfo.

La tipometría, por razones obvias, la desconocemos; en cuanto a su funcionalidad ya hemos indicado de forma reiterativa que es de carácter funerario y como tal directamente relacionada con la muerte. Así se ha podido demostrar en los casos que han aparecido “in situ”, bien señalizando las cabeceras bien delimitando recintos sagrados (DE LA CASA y DOMÈNECH, 1983: 174. DE LA CASA, 1990: 125-131).

Su cronología, aunque todas se encuentran fuera de su contexto arqueológico, puede quedar establecido entre los siglos XII-XIII (DE LA CASA y DOMÈNECH, 1983: 174).

Lamentablemente no disponemos de muchos más datos, por no decir de ninguno, y estimamos de sumo interés conocer, por una parte, la procedencia de este importante grupo de piezas, sin duda el más numeroso de los localizados en la provincia, y, por otra, el momento de su instalación como sillares de la plementería de la bóveda.

Las piezas dada su tipología, uniforme, y su decoración, relativamente homogénea, deben proceder de una misma necrópolis o de varias muy cercanas entre sí. Por ello, y con el fin de intentar localizar el origen hemos realizado una prospección bibliográfica sobre los despoblados del entorno (CABRILLANA, 1971: 487-490)12, especialmente enfocado a los dos núcleos que fueron en su día barrios de Gallinero: Cerveriza o  Cervariza y Lumbrerillas o Lumbreras ÁLVAREZ, 1993: 141-166. ASENJO, 1999. CABRILLANA, 1971: 485-550, CABRILLANA, 1971b: 5-60. DIAGO, 1991: 467-515. DÍEZ y GALÁN, 2012. JIMENO, 1983. PORTILLO, 1979: 173-202. REPRESA, 1979: 7-18. rubio sempre, 1983: 37-44. Y los resultados no han sido todo lo positivo que hubiésemos deseado.

Todos los investigadores que hemos citado y que han trabajado sobre los despoblados en nuestra provincia han manejado las mismas fuentes documentales, de ahí que los datos sean más o menos similares e incluso varios ni citan estos despoblados, que aún hoy se visualizan. Ambas localidades tuvieron sus respectivos templos, y por ende sus correspondientes cementerios, la primera dedicado a Nuestra Señora de la Peña, hoy desaparecida,  y la segunda a San Miguel (MADOZ, 1845-1850: 117 y 139), en un estado ruinoso.

Pero ninguno establece el momento en que quedaron despoblados; Díez y Galán son los únicos en hablar de una data, pero muy amplia, se limitan a citar el Antiguo Régimen (DÍEZ y GALÁN, 2012: 408). De hecho llegan a decir que sino aparecen en el censo de 1527 es debido a que sus habitantes serían incluidos de forma global con los de Gallinero (DÍEZ y GALÁN, 2012: 408); lo mismo se intuye de los datos de Asenjo (ASENJO, 1999: 190). Es más, Blasco en su Nomenclator publicado en 1909 habla, suponemos que en esa fecha, de 40 y 120 almas para Cerveriza y Lumberillas respectivamente BLASCO JIMENO, 1909: 169 y 292).

Hoy día, en Lumbreras se ha empezado a rehabilitar alguna casa, mientras que Cerveriza es un despoblado del que apenas quedan un par de viviendas derruidas y utilizadas para ganado lanar.

En definitiva estos datos, de sumo interés, no nos aclaran nuestro problema, aunque nos permiten plantear la hipótesis de que perteneciesen a uno o varios despoblados que de ser los citados estarían en un abanico cronológico entre los dos grandes hitos de despoblación, desde finales del siglo XI hasta 1359 y 1570 a 1700 (CABRILLANA, 1971b:5-60). 

Por otra parte, Martínez Frías en su tesis doctoral no cita estas piezas, pero si nos habla de que el templo sufrió una nueva readaptación y, hacia mediados del siglo XVI, se sustituyó la primitiva capilla mayor por otra mucho más esbelta (MARTÍNEZ FRÍAS, 1980: 202). Es muy probable que fuese en esa intervención, cuando al modificase la bóveda, se instalasen las estelas que hemos estudiado y otras  que están ahí, aunque no se puedan apreciar.

 

Por todo ello, y concluyendo, podemos estimar que este amplio y magnífico conjunto de estelas medievales proceden de Gallinero o su entorno más cercano y que se instalarían en su lugar actual a mediados del siglo XVI.

Soria, 26 de Febero de 2013

San Alejandro

 

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1 .- Artículo publicado en SAUTUOLA, XVIII, 2013, págs. 291-304.

2 .- Doctor en Historia Medieval. Prf. UNED Soria. Centro de Estudios Sorianos (CSIC).

3 .- Licenciada en Historia Medieval. Prfa. UNED Soria. Centro de Estudios Sorianos (CSIC).

4.- Pequeñas monografías y numerosos artículos en Munibe y Cuadernos de Etnología y de Etnografía de Navarra.

5.- Queremos expresar nuestra gratitud a don Marcelino Núñez, párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de la localidad de Gallinero,  por las múltiples facilidades concedidas a la hora de fotografiar y estudiar este conjunto de estelas; agradecimiento que hacemos extensivo a nuestro amigo don Alejandro Plaza por la realización del aparato gráfico.

6 .- El día 26 de noviembre del año 2012 al ir a comprobar el estado de esta pieza observamos que el transformador en donde se ubicaba había desaparecido y con él la estela.

7.- Tras una conversación con el sacerdote don Marcelino Núñez, nos confirmó la existencia de estelas vueltas. Nos explicó que al arrastrarse por encima de la bóveda pudo comprobar la reutilización de piezas similares.

8.- Esta es la única pieza que hemos logrado detectar en esta capilla, conocida popularmente como de San Miguel, por encontrarse en la misma un retablo dedicado al citado santo procedente de la iglesia de Lumbreras.

9.- La cerca en la que se encuentra fue realizada en 1992, según nos informó el Sr. cura párroco. Esta pieza al igual que la siguiente en el catálogo procedía de la iglesia.

10 .- En este trabajo interpretábamos la decoración como una flor de ocho pétalos. Esta variación viene dada por el efecto de la luz, ya nos ha sucedido con otras  piezas.

11.- Hoy ha desaparecido el transformador y la estela.

12.- No vamos, en este momento a definir los diferentes tipos de despoblados nos limitamos a la clasificación realizada por Cabrillana.

 

© Carlos de la Casa
© Manuela Domènech

 

 

 

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