En el encuentro de la Revista La Pluma, celebrado en Ines, me regalaron un poemario de Javier Millán Mainar, colaborador de la revista, titulado “Verdades como sonetos”. Si en las edades tempranas, esas en las que la persona anda por la vida en busca del amor idealizado, se embelesa con los poemas de amor, a veces alambicados hasta la hartura, comprende con el paso de los años que la poesía, como dejó escrito Gabriel Celaya, es un arma cargada de futuro. Escribió el guipuzcoano: “Maldigo la poesía concebida como un lujo/cultural por los neutrales/que, lavándose las manos, se desentiende y evaden”. Ya Antonio Machado, en su retrato dijo desdeñar las romanzas de los tenores huecos y el coro de los grillos que cantan a la luna.

Por todo lo anterior, he leído con sumo gusto los sonetos de este zaragozano vinculado a Soria, que ha obtenido premios del Ateneo Libertario de Valencia y del Ateneo Republicano de La Alpujarra, entre otros. Él, según se lee en sus sonetos, entiende también la poesía necesaria, no la que se concibe como un lujo cultural, o las que cantan a la luna, en especial cuando se ha llegado a una edad en que lo importante no tiene nada de superfluo.

El poemario ha sido editado por Poesía... eres tú, prologado por María José Lacarra Ducay y María Antonia Martín Zorraquino, además de un comentario inicial de Gloria María Martínez García.

Memoria histórica

Quiere el hombre enmendar tantos horrores
vividos a lo largo de la historia,
viajando por el tiempo en una noria,
y cambiar del pasado sus errores. 

Algún afortunado con honores
intentará borrar de la memoria
hechos trágicos, sin cantar victoria;
seguro, supondrá más sinsabores. 

Ya tenemos escritos documentos
en la escuela estudiados ¿y aprendidos?
Mas sigue habiendo víctimas a cientos
en guerras y conflictos permitidos.

Desastres disipados a los vientos,
por olvido del hombre, repetidos. 

(Javier Millán Mainar, del poemario Verdades como sonetos)

Isabel Goig

Javier Millán Mainar